Como cada tercer jueves de mes, la Dirección de Estimaciones Agrícolas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca dio a conocer sus proyecciones de siembra y cosecha de los principales cultivos que se producen en Argentina.
Y en esta oportunidad, la novedad fue que el gobierno argentino incluyó su primera estimación de balance de oferta y demanda de trigo para el ciclo 2023/24; es decir, el que se está cosechando y que se comercializará fundamentalmente en los próximos meses.
Dentro de esa novedad, la sorpresa es el optimismo en cuanto al comercio exterior del cereal: el cálculo de la ahora Secretaría de Bioeconomía –que formalmente aún no funciona como tal– es de 9 millones de toneladas que saldrán del país, casi el triple en relación a los 3,5 millones de la campaña 2022/23.
Para llegar a esta hipótesis, el gobierno mantuvo su cálculo –anticipado en noviembre por Infocampo– de una cosecha de 15,5 millones de toneladas, lo que significa un 23% más que los apenas 12,6 millones de toneladas del ciclo pasado.
Cabe recordar que el trigo 2022/23 fue el primer botón de muestra de la catástrofe productiva que trajo La Niña a la Argentina, con un desplome del 43% según la estadística oficial, tras el récord de 22,1 millones de toneladas 2021/22.
De todos modos, la proyección estatal significa casi tres millones de toneladas más de producción, pero 5,5 millones de toneladas más de exportaciones: ¿de dónde sale la diferencia?
Las cifras de Agricultura aseguran que la campaña comercial que comenzó el 1° de diciembre, arrancó con un stock sin vender de 2,92 millones de toneladas.
Así, si a los 15,5 millones que se espera de cosecha se suma esta última cifra, son 18,4 millones, de las que hay que descontar 6,5 millones para molienda en el mercado interno, 900 mil para semilla y otros usos (por ejemplo, forrajero) y un saldo restante de 2 millones de toneladas.
De este modo, los 9 millones de toneladas que se exportarían significarían un aumento concreto del 157% respecto a la última campaña, aunque quedarían bastante por debajo del récord exportador de 15,4 millones de toneladas de 2021/22.
El informe de Estimaciones Agrícolas traza además un panorama general sobre el estado del trigo en los campos de Argentina, en función de la información que aportan las diferentes delegaciones que forman parte de la Secretaría de Agricultura.
“Como resultado del procesamiento de los primeros datos de campo recogidos mediante el Método de Segmentos Aleatorios (MSA), se estima una siembra de 5,7 millones de hectáreas. Con el avance de la cosecha, se van ajustando los rindes, estimándose una producción final de unos 15,5 millones de toneladas, con unas 250.000 hectáreas no cosechadas a nivel nacional y un rinde promedio de unos 28,4 quintales por hectárea”, precisa el reporte.
En total, a la fecha se lleva cosechada el 66% de la superficie viable a nivel nacional, por debajo del 81% del ciclo precedente, cuando la sequía aceleró todo.
Panorama agrícola del trigo
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su Panorama Agrícola Semanal (PAS), coincide en que la cosecha ya avanzó sobre dos de cada tres lotes, pero ubicó el rinde promedio en 24,4 quintales por hectárea, por debajo del estimado por el gobierno.
En esta edición, el PAS dedicó el análisis a evaluar si las fuertes tormentas que afectaron a muchas zonas de Buenos Aires en los últimos días tuvieron impacto a nivel del cultivo. “Si bien el temporal que azotó al sur del área agrícola generó demoras en el secado o interrupciones en las labores, los análisis preliminares informan que el vuelco de plantas y los daños por quebrado de espigas estarían acotados a las cabeceras de los lotes”, menciona el reporte.
No obstante, hubo zonas, como sectores de Olavarría y Coronel Suarez, donde eventos de granizo provocaron daños de entre 10% y 100% en los lotes alcanzados. Fuente: Infocampo – Favio Ré