Con el comienzo del año se dio por finalizado el segundo Programa de Incremento Exportador (PIE II), conocido mayoritariamente como “dólar soja 2”. El fin de este tipo de cambio diferencial para el complejo soja dejó al mes de enero con menores incentivos para la comercialización del producto.

En este marco, las exportaciones de harina y pellets de soja, el principal producto de exportación de la Argentina, con más de US$ 12.000 millones y 25 millones de toneladas sólo en 2022, fueron bajas en enero.

Tomando datos preliminares de embarques, de acuerdo a un relevamiento realizado por expertos de la BCR (Guido D’Angelo – Emilce Terré) en enero de este año se embarcaron 1,06 Mt de harina y pellets de soja, un 22% por debajo del volumen exportado el año anterior.

“La programación de embarques de harina para febrero da cuenta de 0,6 Mt hasta ahora, aunque aún con tiempo de que se anoten más embarques. En otro contexto, a principios de febrero del año pasado la carga en buques programada a la fecha superaba ya el millón de toneladas. Estos números están aún más lejos de las 1,8 Mt de harina exportadas en febrero pasado y del promedio de 1,7 Mt de los últimos cinco años”, advirtieron.

Poniendo ahora el foco de atención hacia la venidera campaña 2022/23, a iniciarse formalmente en abril, la sustantiva demora de siembra comienza a cerrarse, con más del 90% de la superficie objetivo ya implantada tanto para la soja como para el maíz, aunque en un marco de reducción de hectáreas desde el objetivo inicial y de no aprovechamiento de la ventana óptima de siembra en muchos lotes de ambos cultivos.

“Desde ya, estos factores se explican en la sustancial sequía que sigue azotando a las zonas productoras argentinas. Más allá del inicio formal de las cosechas, la predominancia de soja sembrada más tarde y maíz tardío conllevará necesariamente a que se atrase la comercialización y logística de los granos gruesos argentinos”, explicaron los especialistas.

Si bien las lluvias registradas a fines de enero alejaron momentáneamente los peores escenarios, la situación aún es compleja desde el punto de vista productivo, por lo que la dinámica comercial 2022/23 sigue por debajo de años anteriores. En este sentido, la sequía sigue explicando el marco de mayoritaria cautela comercial en el recinto de operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. Fuente: https://www.rosario3.com/