La guerra comercial a escala global sigue escalando. Tras el anuncio de la Casa Blanca de imposición de aranceles de 25% a la importación de aluminio y acero desde todos los orígenes, Bruselas dijo que incluirá barreras arancelarias al ingreso de productos estadounidenses por un valor de € 26 mil millones. Y Trump ya dijo que hará lo propio con más productos europeos, por lo que la escalada seguirá. O no, con Trump nunca se sabe.
El portal Food Navigator dijo que la Unión Europea (UE) impondrá aranceles sobre una serie de productos estadounidenses que incluirán bourbon, manteca de maní, así como productos agropecuarios caso de carne vacuna y de ave, productos del mar, soja, nueces, huevos, lácteos, azúcar, vegetales y aves vivas.
Según el portal, el aumento de tasas a estos productos había sido definido durante la anterior Presidencia de Trump, pero había quedado en suspenso hasta el 31 de marzo de 2025. Por lo tanto, comenzarían a regir a partir del próximo 1º de abril.
“Los aranceles son impuestos. Son malas noticias para los negocios y peor aún para los consumidores. Distorsionan las cadenas de suministro y traen incertidumbre a la economía”, dijo la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Trump reaccionó con rapidez y dijo que Estados Unidos responderá con tarifas de 200% a la importación de bebidas alcohólicas de la UE si es que Bruselas no deja de lado su intención de gravar la importación de whisky estadounidense. En su red Truth, amenazó con que “si este arancel no se quita de forma inmediata, Estados Unidos impondrá una tarifa de 200% a todas las importaciones de vinos, champaña y demás productos alcohólicos que lleguen desde Francia y otros países representados por la UE. Esto será genial para el negocio del vino y la champaña en Estados Unidos”.
No será tan genial para los consumidores estadounidenses.
