Roberto Scoz

Entrevista Roberto Scoz, director del Programa Nacional Forestal de INIA.

1- Mirando el desarrollo del sector forestal uruguayo en retrospectiva y analizándolo hoy: ¿Cuáles son los grandes desafíos para mantener la senda de crecimiento?

Creo que una suerte de “guía básica” es el primer artículo de la ley forestal, que siempre me gusta remarcar y el cual dice textualmente: “Declárense de interés nacional la defensa, el mejoramiento, la ampliación, la creación de los recursos forestales, el desarrollo de las industrias forestales y, en general, de la economía forestal.” Hemos afianzado la protección y valoración del monte nativo, mejorado significativamente la genética y la silvicultura de las plantaciones, la expansión del recurso sin contraposición a la ganadería, pero entiendo hay mucho potencial en seguir desarrollando los eslabones de la cadena en las fases industriales. Y si pensamos que los legisladores en aquel 15 de diciembre de 1987 avizoraban la oportunidad de una economía forestal, es bueno preguntarse cuánto tenemos por crecer. Quizás el desafío más “simple” es no conformarse con todo lo que logramos.

2- Recientemente se formó un consorcio forestal tripartito integrado por la SPF, INIA y el Latu. ¿Cuáles son sus principales objetivos y a partir de cuándo comenzará a funcionar?

El Consorcio Forestal es el producto de un proceso de acercamiento más estrecho entre las partes que lo conforman, precisamente para no conformarse (como dije antes) con lo que tenemos, por más bien que esto funcione. A iniciativa de INIA, basado en otras experiencias similares, se entendió oportuno tener un espacio en común en clave forestal que permita, en principio, alinear lo mejor posible las agendas y las acciones correspondientes en I+D. Pero por encima de ello está la pregunta ¿Qué podemos hacer juntos que ninguno por separado puede hacer? Esto es lo que personalmente pienso nos debiera comprometer fuertemente.

El Consorcio se firmó en diciembre de 2018 y ya llevamos avanzados temas en sanidad forestal, en sostenibilidad y en manejo. Hoy por hoy hay una sana expectativa por parte de los socios para con este nuevo ámbito.

3- Actualmente, ¿qué líneas de investigación están funcionando de forma activa en INIA Tacuarembó?, ¿alguna de ellas está focalizada a la mejora genética del Eucalyptus globulus ssp. globulus?

El Programa Forestal de INIA trabaja básicamente en tres áreas: mejoramiento genético forestal, sanidad forestal y manejo forestal. Claramente estas áreas hay que verlas en sentido amplio, ya que los proyectos de investigación específicos presentan una variedad temática más diversa. Se trabaja desde mejora en Eucalyptus globulus para obtener material resistente a enfermedades, o en la cuantificación de la productividad de biomasa para la producción de biocombustibles, o la evaluación de especies forestales alternativas, o la epidemiología de una plaga forestal para poder diseñar su control biológico. Y si me permites la acotación, nunca solos ni únicamente con fondos propios.

4- ¿Cuáles son las perspectivas para las plantaciones de pino en Uruguay, considerando el reciente flujo comercial hacia China y su respectiva volatilidad?

La comercialización a China dio una gran oportunidad de poder mover ese rubro y en especial de continuar aplicando los planes silviculturales de dichas plantaciones. Vale recordar que hablamos de plantaciones que alcanzaron una madurez tal que requieren iniciar raleos comerciales y cosechas finales para lo cual en Uruguay prácticamente no hay capacidad industrial. Y esto me remite a la primera pregunta sobre los desafíos del sector. En este caso puntual pienso que estamos ante un desafío con mezcla de oportunidad, a la hora de buscar todos los mecanismos posibles para procesar industrialmente la madera en nuestro territorio, con todas las ventajas país que traería aparejado.

Exportar rollos o trozas en bruto es hoy casi la única opción para el pino, pero está atada a la volatilidad que mencionas en la comercialización a China además de ser un negocio que deja muy poco margen; muy inferior al proyectado al momento de la plantación.

5- Asumiendo que una planta industrial de madera aserrada tiene un consumo promedio de 300 mil m³/año y que la producción anual de madera de calidad en Uruguay permitiría la instalación de al menos tres nuevas industrias ¿Cuáles son los principales factores que limitan estas inversiones?

Si nos orientamos a esas cifras, es necesario aclarar que estamos hablando de plantas industriales de gran escala (actualmente no más de tres en Uruguay), lo que a su vez es el tamaño que el mercado internacional exige para ser medianamente competitivos. Pero ciertamente los volúmenes de madera disponible no serían hoy una limitante para abastecer algunas industrias más. Los costos industriales juegan un papel importante sin dudas; pero creo que más aún la complejidad de la producción, aunque parezca en una primera instancia extraño. Un árbol cultivado para la obtención de madera y su procesamiento mecánico (debobinado, aserrado, etc) requiere para el pino ser cortado y procesado en muy poco tiempo. Al cosechar el árbol tengo que llevarlo entero, pero también colocarlo en muchos productos que no se comercializan en un solo mostrador, como en el caso de la celulosa. En otras palabras, si corto los árboles y proceso muy bien la troza basal a colocar en productos de alto valor, indefectiblemente se me van a acumular otros productos (inclusive aserrín y chips) que, si no los coloco, juegan en contra en la ecuación costo-beneficio. Estamos hablando del orden de entre 6 y 10 productos distintos que se producen todos a la vez.

Y si me permitís cerrar esta pregunta con un tercer aspecto, no puedo dejar de mencionar el mercado, el cual suele ser consulta por dudas. Éste está. De hecho, Uruguay exporta madera de pino a países pineros por excelencia.

6- ¿Cuál es la probabilidad de instalar una 4ta planta de celulosa?

Hablar de probabilidad es complejo; multifactorial. No sabría responderte. Pero pensar en una cuarta planta va a depender en los próximos años del proceso de instalación de la tercera planta. Y me atrevería a decir que también hay que observar la finalización del proceso de consolidación de la segunda planta. Pero me atrevo a decir que, desde el punto de vista forestal, exclusivamente producción de madera, no habría una limitante que no se pueda levantar. Uruguay demostró a través de la mejora genética y de la silvicultura poder incrementar los rendimientos forestales a tal punto que con 150 mil ha aproximadamente, es posible abastecer una planta de celulosa. De los suelos de prioridad forestal hay hoy solo un cuarto aprovechado con tal fin. Ergo, espacio, productividad y know-how hay.

Pero claramente entran en juego otros aspectos que no son menores como la infraestructura, el acceso a la tierra, el acceso al agua para la fase industrial y todos aquellos que estén relacionados al costo de oportunidad contra otros rubros forestales o no, a la comprensión y opinión social sobre el tema que cada día gana más importancia, etc. ¡Pero en buena hora que estos planteos estén sobre la mesa! para que nos motive a pensar más proactivamente en las oportunidades que tenemos como país y a seguir cultivando una sana discusión en torno al desarrollo.