Parte 2 de la entrevista a Rodrigo Saldias, especialista en agro negocios de Uruguay XXI
Teniendo en cuenta la situación de la forestación de coníferas en el país, el especialista en agro negocios se presentó esperanzado sobre el camino a recorrer en el futuro cercano y dijo que en Uruguay “se parte desde un muy buen escenario en el cual se cuenta con materia prima de calidad, cantidad suficiente y la falta de limitantes importantes para el desarrollo de la industria por las próximas dos décadas” pero reconoció que no es un camino fácil de recorre.
Y como ya se sabe desde hace algunos años uno de los posibles caminos a recorrer para valorizar la materia prima hoy disponible es la promoción de la construcción con madera, sistema constructivo que no ha logrado consolidarse en la industria uruguaya y que se ha mantenido asociada a viviendas de bajo presupuesto o soluciones habitacionales de emergencia.
A diferencia de los países nórdicos, Canadá y Estados Unidos, cuya historia está ligada a la utilización de la madera para el desarrollo económico, siendo utilizada a lo largo de los siglos para construir edificios de gran porte, Uruguay nunca tuvo este contacto lo cual hace aun mas difícil introducir una nueva tecnología que no solo tiene el desafío de probarse en un nuevo mercado, sino también, de luchar contra los preconceptos de los consumidores. A pesar de todo esto Saldias reafirmó su punto de vista esperanzador sobre esta situación e indico que “ya hay algunos iconos arquitectónicos en el país, hechos en madera, que demuestran la versatilidad del material y los grandes beneficios”.
Y quizás suene insólito pero, todas las construcciones en madera de gran porte que se han desarrollado han requerido de la importación de material ya que en Uruguay lo que falta es “ el eslabón que una la tabla de madera con un producto de ingeniería de la madera como el CLT (Cross Laminated Timber)” y si tomamos en cuenta la inversión que requiere una planta de CLT en comparación a la inversión que reúne el sector forestal uruguayo, no parecería ser algo exorbitante.
Por otra parte, se necesita un cambio de paradigma en la sociedad, donde la madera sea una opción real a la hora de tomar una decisión para construir. Mientras que esto no suceda, lo anterior no tendrá motivo de ser ya que de nada sirve estimular la oferta de un producto que carece de demanda interna, aunque cuenta con grandes posibilidades para exportarse a mercados regionales. A esto se le debe sumar la parte normativa y legal, crear un marco regulatorio que permite y que promueva la construcción en madera.
A modo de conclusión Saldías señalo que “si bien las condiciones para instalar industrias que generen materia prima para la construcción están dadas, la necesidad de estimular el mercado interno es clave, al igual que el cambio necesario que se debe realizar a nivel de normativas legales que permitan y flexibilicen la construcción en madera”. También destacó la posibilidad de establecer lazos comerciales con países cercanos, que oficien como válvula de escape a los productos generados por las diferentes industrias en caso de un lento desarrollo en el mercado interno.