La tasa de destete en Uruguay es el gran desafío de la ganadería en los próximos años. Las señales desde los mercados impactaron a nivel de la industria frigorífica, de los corrales, las invernadas y las recrías, pero todavía falta dar el salto cualitativo que permita al sector criador elevar la producción de terneros.
La tasa de destete en Uruguay crece a niveles mínimos por año. Lo beneficioso de los últimos años ha sido una menor volatilidad, lo que significaría que se está haciendo menos dependiente de los avatares climáticos.
Por cierto, muchos productores criadores, sin dudas entre ellos todos los de mayor espalda, tienen bien claro el paquete tecnológico para preñar más vacas. En muchos casos no se presiona al máximo con el objetivo de tener algunas vacas falladas que forman una porción importante de la estructura de ventas de la empresa criadora y productora de carne.
En otros casos, el paquete tecnológico queda más distante, seguramente no porque sea demasiado oneroso —de hecho, las medidas de más impacto son de bajo costo relativo—, sino por una variada gama de situaciones que dificultan su implementación.
En 2021 la tasa de destete en Uruguay fue de 67% en promedio. Sin embargo, si se observan solo los predios de menos de 500 hectáreas, esa proporción cae a 62%. Y por más que sean predios relativamente chicos, su importancia es relevante, ya que cuentan con el 36% del rodeo de cría (1,58 millones de vacas). A su vez, si se discriminan los predios de menos de 500 hectáreas de los departamentos del norte del país (Salto, Artigas, Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo), la tasa de destete del año pasado cae a 54%. Obviamente, el rodeo de cría es muy inferior, pero igualmente suman 554 mil vacas que produjeron solamente 287 mil terneros.
El paquete tecnológico y el incentivo por el lado de los precios están como para que los predios con mayor respaldo tomen las decisiones necesarias para elevar la tasa de destete. El desafío es que la señal llegue a estos otros predios más relegados. Si en ellos se lograra 67% de preñez (5 puntos porcentuales más), serían unos 80 mil terneros más. Solo con esa diferencia se estaría nuevamente próximo al récord de 3 millones de 2020.