El mercado lanero australiano la semana cerró con un leve incremento en el Indicador de Mercados del Este (IME), con un día de subas y el otro de bajas, tal cual nos tiene acostumbrados esta segunda mitad de la zafra. El volumen de la oferta fue una de las variables que incidió positivamente el primer día de ventas, sin embargo la calidad continúa siendo el factor limitante en estas últimas semanas.
Es normal que en estas semanas, y luego de un mayor volumen de lana comercializado respecto a la zafra anterior, que la calidad de la oferta se encuentre con calidades inferiores a las buscadas por la demanda. De acuerdo a operadores australianos, la oferta presenta mayor porcentaje de contenido de materia vegetal, más color y un micronaje promedio superior al promedio.
El miércoles, en la segunda jornada de ventas, la demanda estuvo más selectiva y por lanas con contenido de materia vegetal por encima del 1,5% y bajos rendimientos al lavado, presiono a la baja. Además la demanda desde Europa y China se encuentra cautelosa con las incertidumbres generadas por el conflicto bélico en el este europeo y los casos de Covid en el gigante asiático.
En este escenario el IME cerró en US$ 10,36 por kilogramo base limpia, registrando una suba de cuatro centavos respecto al cierre del pasado jueves 31 de marzo. Mientras que en la moneda australiana el mercado cerró en A$ 13,69, con una pérdida de seis centavos frente al final de la pasada semana.
En las dos jornadas de ventas, la oferta semanal ascendió a 45.348 fardos, con un 86,4% de venta. Para la próxima semana está previsto un volumen de 48.413 fardos que se distribuirán en los tres centros de ventas durante los días martes y miércoles.