El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) realizó, la pasada semana, una jornada denominada "Maíz y Soja: Manejo de la 'Chicharrita' y control de malezas problema" en el salón de la Asociación Agropecuaria de Salto (A.A.S.). Dada la relevancia de la temática y la problemática de la “chicharrita” en los cultivos de maíz, la actividad contó con una gran convocatoria de productores y técnicos, generándose un intercambio interesante con los investigadores y aclarando dudas que surgieron luego de las conferencias.

La Dra. Ximena Cibils, quien disertó sobre la problemática del “achaparramiento del maíz” destacó que la “chicharrita” se ha convertido en una amenaza significativa para los cultivos, no solo como vector, sino también por transmitir la enfermedad del achaparramiento, la cual es causada por cuatro patógenos específicos. "Es una problemática emergente y no tenemos mucha información nacional de la zafra pasada", señaló Cibils, subrayando la falta de datos locales que dificultan el manejo adecuado de esta plaga.

Cibils alertó sobre el incremento de la plaga y sus síntomas en esta zafra, una situación inédita en la región. “Sabemos que esta chicharrita lleva años en el país, pero es la primera vez que, a nivel regional, se da una explosión de la plaga y también de los síntomas de la enfermedad”, afirmó. Este fenómeno, según explicó, se ha visto acompañado de un aumento en los casos de achaparramiento, una condición que debilita las plantas y reduce significativamente su rendimiento.

 

Estrategias de manejo y monitoreo de la plaga

El manejo de la "chicharrita del maíz" requiere un enfoque multifacético, que combina estrategias culturales con monitoreo constante. Cibils enfatizó durante su charla la importancia de no depender exclusivamente de los agroquímicos para el control de esta plaga, ya que esta estrategia puede ser errática y no garantiza una reducción completa de la población del insecto. “Aplicar agroquímicos no significa que vamos a reducir la plaga al 100%”, advirtió Cibils, subrayando la necesidad de una gestión integrada.

Una de las principales recomendaciones de INIA es el manejo del maíz guacho, dado que este actúa como un reservorio tanto de la plaga como de la enfermedad del achaparramiento. Cibils explicó que "la planta de maíz es el único reservorio real", lo que hace crucial la eliminación de plantas voluntarias para minimizar la reproducción y supervivencia de la chicharrita. Además, se aconseja la implementación de estrategias culturales como la recorrida regular de las chacras y la definición de umbrales específicos para la aplicación de medidas de control.

El monitoreo juega un papel vital en el manejo de esta plaga. La cartilla elaborada por INIA recomienda realizar recorridas al menos una vez por semana para evaluar la presencia de la chicharrita en los cogollos del maíz. "Cuanto más frecuentemente se recorra, mejor", sugirió Cibils, quien también explicó que se deben establecer umbrales basados en datos internacionales, aunque estos serán ajustados con el tiempo a las condiciones locales.

Por ahora, se propone en la cartilla elaborada por INIA: “recorrer la chacra en forma de V, hacer diez paradas y revisar diez plantas en cada una. Y su hay 0,7 individuos por planta, debería aplicarse. Es un umbral bajo. Pero debemos recordar que, si la chicharrita tiene el patógeno dentro de ella, se multiplica y persiste”.

La aplicación continua se diferentes agroquímicos para eliminar el insecto, fue uno de los temas planteados en la reunión por parte de técnicos y productores, por lo que la entomóloga alertó que "unas aplicaciones muy sucesivas no son buenas para el ambiente ni para ninguna de las plagas que están alrededor”. En este sentido, recordó la resolución del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), “que habilitó una cantidad de productos para promover la rotación de ingredientes activos” de manera de mantener la efectividad de los tratamientos y minimizar el impacto ambiental.

La genética en la lucha contra la plaga

Al ser consultada sobre la posibilidad de que los productores que siembren maíz en la próxima zafra, deben hacerlo asumiendo pérdidas por esta problemática, la Ximena Cibils dijo que “en cualquier problema emergente es difícil de responder porque no sabemos cómo va a ser. Lo que sí sabemos es que este invierno ha sido más duro, es decir, más frío que el invierno anterior. Entonces, tal vez esperamos menos población del vector”.

La genética también juega un papel crucial en la lucha contra esta plaga. Cibils subrayó la necesidad de sembrar híbridos de maíz que sean tolerantes o resistentes a la chicharrita. “Las empresas van a hacer un screening de la genética. Es muy importante sembrar híbridos que sean tolerantes o resistentes a la plaga”, afirmó.

La profesional comparó en su charla, esta problemática actual del maíz, con la registrada con el “pulgón del sorgo” en su momento. “Hoy no contamos con mucha información, pero vamos a trabajar en generarla y tal vez lleguemos a una situación similar a la del pulgón del sorgo. Hace tres años pensábamos que era un cultivo perdido, y hoy, gracias a la genética, las recorridas por las chacras y el monitoreo de la plaga, podemos lograr un cultivo sano, con menos pérdidas de rendimiento debido a la plaga, porque se adquiere el conocimiento local de la plaga, su biología y la genética”.

Cibils también mencionó que la colaboración con instituciones académicas, como la Facultad de Agronomía, es vital para avanzar en la comprensión y manejo de la plaga. “Estamos trabajando para poder generar información local y tener recomendaciones más específicas para esta problemática”, afirmó.

INIA está desarrollando una red de información, en base a la que se realiza actualmente en Argentina y para ello se está invitando a técnicos y productores a participar de la misma. “Si establecemos esta red de monitoreo nacional en conjunto con Argentina, tendremos más información para las próximas zafras”, concluyó. La profesional señaló que se puede llegar, como ya se realiza en algunas zonas de Brasil, a definir si es factible sembrar maíz en una chacra de acuerdo con el comportamiento de la misma en su historial y la presencia del vector.

Cibils invitó a los productores y técnicos a visitar la página del INIA para acceder a la cartilla digital y unirse al monitoreo, asegurando que, “juntos, podemos construir un conocimiento local sólido y efectivo para manejar esta plaga de manera sostenible”.