Alcoholes del Uruguay (ALUR) realizó sus dos primeras producciones de biodiésel a partir de aceite de maíz de destilería (DCOME, por sus siglas en inglés) para exportar con destino a Holanda. Las 300 toneladas de este biocombustible se produjeron en planta Capurro con la revalorización de un subproducto graso derivado de la producción de bioetanol en planta Paysandú.
Este biodiésel de avanzada tiene alto valor en el mercado europeo por que se produce con materias primas no alimenticias, por la circularidad de su producción y por su bajo nivel de emisiones de CO2, ya que reduce las mismas en un 85 % en comparación con el gasoil de origen fósil. Tras este hito, la empresa accede a nuevas oportunidades comerciales al exportar un combustible líquido sostenible, con alto beneficio ambiental y “doble computo” para el país que lo adquiere, informó la empresa por medio de un comunicado.
En el marco de esta exportación, la planta de biodiésel de ALUR en el barrio Capurro de Montevideo también renovó su certificación ISCC para la producción de biocombustibles, requisito indispensable para comercializar productos en el mercado europeo. “International Sustainability and Carbon Certification” es una certificación alemana con uno de los mayores reconocimientos a nivel mundial en relación con materiales reciclados y biocombustibles.
A través de la implementación de un sistema de gestión y el desarrollo de auditorías independientes, permite asegurar y demostrar el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad establecidos por la Directiva Europea 2018/2001 «Directiva RED II» para los biocombustibles procesados a partir de biomasa. Con esta novedosa producción, ALUR continúa el proceso de reconversión de operaciones para su planta de biodiésel Capurro, revalorizando productos y generando sinergias con las materias primas de sus plantas industriales.