La cadena triguera es el 5to complejo exportador y genera más de 400 mil puestos de trabajo. En esta campaña se espera triplicar la participación nacional en el comercio mundial de trigo. Cada año se consumen casi 100 kilos de harina de trigo por persona.

El trigo se cosecha en estos suelos desde antes de la propia creación de la Nación Argentina como tal. Los primeros lotes trigueros se sembraron hacia el fin del siglo XVII dónde hoy se asienta la provincia de Córdoba.

Varios siglos más tarde, la producción de trigo ha sido y es una constante en la historia productiva argentina. Hoy es el tercer cultivo en superficie y producción a nivel nacional. El trigo ocupa el 16% de la superficie que se cosechó en Argentina en la última campaña, además del 14% del volumen de granos producido en la cosecha 2022/23.

El trigo es el segundo cultivo más producido y consumido por el hombre a nivel mundial, sólo detrás del maíz. La cadena de trigo se destaca por su gran impacto en Argentina en cuatro dimensiones: producción, exportaciones, consumo interno y empleo.

La presencia de más lluvias por un año Niña llegó tarde para una porción importante de la superficie triguera. De por sí la falta de agua, consecuencia de tres años Niño consecutivos, recortó la superficie sembrada con trigo en Argentina. De esta manera, 5,4 millones de hectáreas sembradas en esta campaña representan un mínimo de siete años para el trigo argentino.

No obstante, las lluvias que llegaron apuntalarían los rindes respecto de la olvidable campaña 2022/23. Así, y a pesar de que hay menos hectáreas sembradas con el cereal, los últimos datos de la GEA - Guía Estratégica para el Agro auguran un alza productiva del 17% para el trigo argentino 2023/24.

Más producción redunda en un abastecimiento interno más holgado, una mejora en las exportaciones y un repunte de la actividad para muchas actividades complementarias al trigo. A modo de ejemplo, el adicional de 2 millones de toneladas de trigo en esta campaña representa cerca de 70 mil viajes más en camiones hacia los centros de consumo o los puertos argentinos.

En los albores de la campaña 2023/24, nuestras proyecciones esperan una Argentina más protagonista en el mercado mundial de trigo. Desde una escasísima participación del 1,5% en la campaña 2022/23, en el nuevo ciclo podría representar 4,3% del trigo comercializado a nivel mundial, un volumen estimado de 8,7 millones de toneladas. Ello representaría una notable mejora luego de la compleja situación que generó la histórica sequía, que deja al país en el 9no lugar como exportador mundial de trigo en 2023.

Si bien las expectativas de la campaña venidera auguran un crecimiento auspicioso, las proyecciones exportadoras todavía guardan distancia de los máximos históricos. Un exponente cercano fue el año comercial 2021/22, cuando la Argentina exportó el 7,6% del cereal del mundo. Ello representó un máximo de 14 años en participación y un máximo absoluto en volumen exportado. Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario