Tras el feriado por el Día de los Caídos, el trigo abrió la semana con valores en baja en las plazas estadounidenses y entre las razones de la caída, en la que los inversores fueron actores relevantes por una toma de ganancias. La posición julio perdió US$ 5 y cerró en US$/t 194 en Chicago.

Además, sobresalieron otros elementos. En primer lugar, el arranque de la cosecha de invierno en Estados Unidos –ya está en marcha en Texas, pero el USDA recién la comenzará a relevar en su reporte semanal el lunes próximo–, que en las próximas semanas comenzará a volcar grano nuevo en el circuito comercial, sin novedades en cuanto a acuerdos entre la Casa Blanca y los eventuales compradores del grano de EEUU para exceptuarlos de la batalla arancelaria actual.

También presionó en modo bajista la chance de que Australia derive a la campaña 2025/2026 un importante volumen remanente de trigo 2024/2025, según lo que informó la agencia Reuters en base a la opinión de especialistas del Rabobank de Sídney y de operadores del mercado agrícola. Esto respondería a la caída de las importaciones chinas y a la competencia que el grano australiano encontró por la abundante oferta de Rusia. "Si se mantiene el ritmo actual de las exportaciones australianas tendremos entre 5 y 6 millones de toneladas de excedentes de la cosecha de la temporada pasada", dijo Vitor Pistoia, analista del Rabobank. Según este especialista, se está creando "un problema enorme y no es que el mercado mundial tenga escasez de suministro". Reuters indicó que según fuentes comerciales el remanente total de trigo, incluyendo el grano de temporadas anteriores, podría alcanzar los 8 millones de toneladas al cierre del ciclo 2024/2025. "Si la nueva cosecha es buena podría darse un problema en la capacidad de almacenamiento, lo que obligaría a muchos productores a vender más barato en el mercado de exportación para hacer espacio", le dijo un operador a la agencia. "Cuatro millones de toneladas es una cifra cómoda. Más de seis millones empieza a ser un volumen complicado", sostuvo una fuente del sector comercial a Reuters.

En el mismo sentido de aporte para el lado bajista, en su informe mensual, MARS elevó ligeramente su previsión sobre el rinde potencial del trigo blando de la Unión Europea en la campaña 2025/2026 –su inicio formal es el 1º de julio–, al llevarlo de 6,03 a 6,04 toneladas por hectárea, un nivel que resulta un 8,24% superior al rendimiento de la cosecha anterior, de 5,58 quintales, y un 4,68% mayor que el promedio de los últimos cinco años, de 5,77 quintales. MARS advirtió que la falta de humedad podría afectar los cultivos en varios de los países del noroeste de Europa en las próximas semanas, pero que el estrés aún no era generalizado. "Esto suscitó inquietud en torno de las expectativas de rindes, mientras que los efectos reales sólo se observaron localmente hasta ahora", señaló.

Aunque con poco impacto sobre las pizarras, fue positivo para el mercado estadounidense el reporte semanal sobre la inspección de embarques, dado que el USDA relevó ayer despachos de trigo por 561.980 toneladas, por encima de las 431.334 toneladas del informe precedente y del rango esperado por los operadores, que fue de 300.000 a 500.000 toneladas.

En su informe semanal la Conab relevó el lunes el avance de la siembra de trigo brasileño sobre el 30,6% del área prevista, frente al 25,2% del reporte anterior; al 29,6% de 2024 para la misma época, y al 30,1% promedio de los últimos cinco años. Fuente: Granar Research

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