La superficie total sembrada de en la zafra de verano 2022/23 con destino a grano seco fue de 1.236.958 hectáreas, un 5,6 % más que en la zafra anterior cuando se sembraron 1.171.344 hectáreas. Los cultivos se vieron fuertemente afectados por el déficit hídrico, como consecuencia el 28 % del área de verano no se cosechó y tuvo como destino el pastoreo o la reserva de forraje para el ganado, según la Encuesta Agrícola de Invierno 2023 que divulgó la DIEA. Esta encuesta considera área perdida la que no se trilla, (en el caso de la soja el 25% (unas 248 mil ha) y para maíz casi el 50% (88 mil ha).
El rendimiento estimado para la soja fue de 641 kilogramos por hectárea (kg/ha) sembrada (calculado en base a la superficie sembrada inicial), el registro más bajo para el cultivo desde 1998.
La producción de soja se estimó en 647.830 toneladas, la cuarta parte de lo cosechado en la zafra anterior cuando se obtuvieron 2.776.194 toneladas.
Para el maíz con destino a grano seco se estimó un área de 188 mil hectáreas, con un rendimiento promedio de 1.415 kilogramos por hectárea sembrada (calculado en base a la superficie sembrada inicial). La superficie perdida de maíz alcanzó el 47% (unas 88 mil ha), que se utilizó para pastoreo y/o reserva de forraje.
En el caso del sorgo se estimó un área de 27 mil hectáreas de las que se cosechó para grano seco el 50%, con un rendimiento promedio de kg/ha 876 por hectárea sembrada.
Destino de chacras no cosechadas
De las 350.584 de ha perdidas en la última zafra de verano, el 49,3% se destinó a barbecho (173.803 ha), otro 21,3% tuvo como destino el pastoreo (74.535 ha) y para reservas se destinó el 26,2% (91.745 ha), según la encuesta de DIEA.