Con la finalización de la cosecha de los cultivos de invierno, es un hecho que el rendimiento será récord para el trigo y seguramente para la cebada. En cambio, fue un mal año para la colza.

“El área de colza va a bajar de nuevo en la próxima siembra”, afirmó Andrés Alayón, directivo de la Agropecuaria de Dolores. Tras el récord de 2022/23, de casi 350 mil hectáreas, en el invierno pasado la siembre de la oleaginosa invernal se desplomó a menos de la mitad (148 mil hectáreas), de acuerdo con datos de DIEA. Este año bajaría otro escalón, dado que los resultados productivos y económicos no fueron buenos.

En el caso de los cereales de invierno, desde el punto de vista productivo el año fue excelente. “Hubo algún problema de calidad, principalmente en el caso de la cebada, con mucho rechazo de la industria, pero los rendimientos fueron muy buenos”, dijo Alayón.

Hasta el momento, el récord en el rendimiento de trigo se alcanzó en la campaña 2022/23, con 4.251 kilos por hectárea, según DIEA. Para la que acaba de finalizar, con varias chacras que superaron los 7.000 kilos, la expectativa es que el promedio pueda haberse ubicado por encima de los 5.000 kilos por hectárea, lo que implicaría un gran salto respecto a todos los años anteriores.