En las últimas horas el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), presentó las perspectivas de siembra de cara a los cultivos de invierno, donde se prevé que se mantenga similar a la de la zafra anterior, alcanzando los 480 mil hectáreas, aunque se esperan distintos comportamientos de los cultivos.

Según ese comunicado “se confirma una reducción en el área de siembra de cebada, la cual se estima podría ser de tan sólo 150 mil hectáreas, habida cuenta del impacto del COVID-19 en el consumo de cervezas en Brasil y, por lo tanto, en las necesidades de malta de la industria en el país vecino”.

En cuanto al trigo, la expectativa de siembra es a la baja respecto al año anterior, estimándose 225 mil hectáreas (5% menos que en 2019/20), considerando los escasos márgenes del cultivo y los problemas de calidad e inocuidad que ha presentado el grano en las últimas zafras.

La colza será el cultivo a destacar este invierno. Si las condiciones acompañan y lo permiten, las expectativas para el cultivo son muy buenas y se esperan al menos 10 mil hectáreas adicionales respecto a la zafra anterior (75 mil hectáreas) , que totalizarían 85 mil hectáreas junto a la carinata (10 mil hectáreas). Desde el punto de vista comercial, el cultivo presenta un contrato con reglas claras (mercado local o exportación), con una logística que aprovecha la infraestructura y maquinaria ociosa en esa fecha, y un manejo que viene ajustándose año a año, levantando limitantes e incorporando tecnología.

La incidencia que tiene en la fecha de siembra del cultivo de segunda y la mejora en el control de determinadas malezas también son elementos muy valorados por el productor.