Según el analista Paulo Molinari, la tarifa del 125% impuesta por China al maíz estadounidense tiene un impacto nulo, ya que el país asiático no importa maíz de Estados Unidos desde hace años. Durante su exposición en el evento Safras Agri Week, señaló que la guerra comercial entre ambas potencias no ha modificado sustancialmente el flujo global del grano. En cambio, ahora se espera si países como Vietnam, Malasia y Corea del Sur podrían redirigir sus compras hacia América del Sur ante las nuevas condiciones.
En Argentina, el analista Andrés Cannizzo explicó que, si bien las tarifas no traerán grandes oportunidades adicionales, el país mantiene una posición competitiva gracias a sus precios y a la buena disponibilidad del cereal. En Estados Unidos, los stocks finales han caído por el alto nivel de exportaciones de la campaña 2024/25, y se espera una expansión de la superficie cultivada para la próxima temporada. Esta incertidumbre anticipa una mayor volatilidad en los precios internacionales, especialmente en la Bolsa de Chicago.
La situación económica en Argentina, junto con la reducción de retenciones que concluirá en junio, influirá en el ritmo de las exportaciones del maíz local. A nivel internacional, el mercado entra en una etapa donde el clima será determinante para los precios y volúmenes disponibles. En este contexto, Sudamérica se perfila como un actor clave para abastecer a los mercados afectados por los cambios en la política comercial global, aunque sin alterar profundamente la estructura actual del comercio de maíz.