La campaña de verano comenzó con buenas expectativas, pero las intensas lluvias de fin de zafra provocaron pérdidas. Se estima que la cosecha de soja rondó los 3 millones de toneladas, mostrando igualmente una recuperación marcada respecto al verano previo, según un análisis que realizó y publicó en X la consultora Exante.
La nota positiva fue el repunte de los precios en abril y mayo, ante inundaciones en Brasil y problemas climáticos en EEUU. Varios productores se habrían beneficiado de precios que llegaron hasta US$ 430 la tonelada.
Los costos medidos en dólares tuvieron una baja muy moderada, algo por encima de los US$/ha 800. Con altos niveles de humedad en gran parte de la cosecha, se incurrió en elevados costos de secado. Así, los márgenes mejoraron, pero habrían sido relativamente acotados en promedio. Según Exante, durante la campaña 2023/24 el margen del cultivo de soja, antes de la renta de la tierra, estuvo, en promedio, en US$/ha 148, una mejora apreciable frente a un perjuicio de casi US$/ha 600 del ejercicio anterior. Esa proyección toma un rinde promedio de kg/ha 2.300 con un precio de venta de US$/ton 425. Los agricultores que llegaron a kg/ha 3.040 lograron un margen positivo de US$/ha 444, mientras que lo que obtuvieron 1.559 kg/ha cerraron con un rojo de US$/ha 124, en ambos casos asumiendo un precio de venta a US$/ton 425.
"En materia productiva vimos crecimiento en varios rubros, pero en términos económicos la mejora de resultados fue en general bastante menor a lo que se preveía, por lo que el ejercicio 2023/24 no dio la revancha que se esperaba”, dijo Florencia Carriquiry, socia de Exante.
El invierno con mejor nota
En el invierno 2023, el área sembrada se contrajo significativamente. La elevada productividad en trigo y cebada permitió igualmente subas de la producción, al tiempo que la cosecha de colza/carinata se redujo sensiblemente.
“Los precios acumularon bajas relevantes frente al promedio del ciclo previo, pero el abaratamiento de varios insumos clave que estaban con precios récord al inicio de 2022 supuso una marcada baja de costos”, destacó Exante.
Así, pese a menores precios, los buenos rindes y la fuerte reducción de costos permitieron mejores márgenes por hectárea en los cereales. Por ejemplo, el trigo cerró con un margen (antes de renta) algo por encima de los US$/ha 300, mientras que en la cebada fue algo superior a los US$/ha 250. En cambio, los resultados volvieron a ser negativos en la colza, con un rojo de casi US$/ha 100.