La situación del estado de Río Grande del Sur genera preocupación en el vecino país, más allá de la problemática social, también desde el punto de vista productivo, donde quedaba más del 20% del área sembrada para cosechar cuando comenzaron las precipitaciones.
Las chacras aún por cosechar, en algunas zonas, llegaron a estar sumergidas por más de una semana, estimándose que en las mismas las pérdidas han sido totales. Además, hay varios informes que indican la pérdida del grano almacenado en los predios, debido a que varios silos han sido inundados en su parte baja, lo que determinará la pérdida del cereal.
Debido a que el estado es el principal productor de arroz del país, la pérdida estimada inicialmente de aproximadamente un millón de toneladas del cereal sin cosechar, aún sin tener en cuenta el estado del grano en los silos afectados, ha determinado que los precios tuvieran un repunte del 10% en su cotización en dólares.
De acuerdo con los datos del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de la Unidad de San Pablo (CEPEA), en la semana del 15 de abril, la bolsa de 50 kilos de arroz cáscara se ubicó en US$ 19,45 en el estado de Río Grande del Sur, en tanto que tras las subas consecutivas semana a semana, en la jornada de ayer cerró en US$ 21,40 lo que implica un incremento del 10% en su cotización.
El incremento también fue significativo en la moneda brasileña, al pasar de R$ 101,60 a R$ 110,23, siendo en este caso el aumento del 8,5%.
Ante esta situación, el gobierno de Brasil anunció la importación de 1 millón de toneladas de arroz blanco o cáscara, para la recomposición de los stocks públicos de forma excepcional y que se realizará a través de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). Esta medida no ha sido del agrado de los productores brasileños.