Los precios de la soja abrieron la semana en baja la rueda de Chicago por el acumulado de lluvias registrado durante el fin de semana sobre el centro-norte de las Grandes Planicies y sobre zonas del cinturón sojero/maicero del Medio Oeste y por las nuevas precipitaciones que hoy caen de Iowa a Ohio. El contrato de setiembre perdió US$ 14 y el de noviembre US$ 11,5, a US$/ton 495 y US$/ton 478, respectivamente.

Además, la última actualización de los pronósticos mantuvo inalterables los augurios de lluvias mayores a las normales y temperaturas inferiores a las usuales para los próximos 6 a 14 días sobre las regiones productoras de granos gruesos estadounidenses, todas condiciones que favorecen a suelos y a cultivos, cuando la soja está definiendo la formación de rindes.

Se agregó como factor bajista la devaluación del real frente al dólar, que acentuó el movimiento visto en ese sentido durante la semana pasada. Esto mejora la competitividad de las exportaciones de Brasil e incentiva a vender a los productores.

En su reporte semanal sobre la inspección de embarques, en esta ocasión para el segmento del 28 de julio al 3 de agosto, el USDA relevó despachos de soja por 281.857 toneladas, por debajo de las 334.121 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango calculado por los privados, de entre 200.000 y 625.000 toneladas. En sus partes diarios, el USDA confirmó este lunes una nueva venta de soja 2023/2024 a China por 132.000 toneladas.

Por su parte, tras las fuertes bajas de la semana pasada, el trigo cerró el día con valores en alza en el mercado estadounidense y en el Euronext. El principal argumento de la tónica alcista, que sacó a los fondos de la tesitura vendedora puesta de manifiesto en buena parte de las últimas dos semanas, fue el agravamiento de las tensiones en la zona del Mar Negro, luego de los ataques de Ucrania el viernes contra un buque naval en inmediaciones de Novorossiysk, el principal puerto ruso sobre el Mar Negro, y contra un buque petrolero cerca del estrecho de Kerch, vía de paso para los barcos rusos despachados por el Mar de Azov. El contrato de diciembre en Chicago ganó US$ 7,6, a US$/ton 250.

Ambas acciones se dieron en represalia de los ataques de Rusia sobre los puertos marítimos y fluviales ucranianos, que ralentizan sus exportaciones. Estos eventos, que pusieron a puertos y a embarcaciones en tránsito bajo la mira de drones aéreos y acuáticos, implican una escalada no vista hasta el momento que, de acentuarse, podría afectar severamente el comercio agrícola, ahora, de ambos países.

Malo para el mercado estadounidense resultó el reporte sobre la inspección de embarques, dado que el USDA relevó este lunes despachos de trigo por 275.067 toneladas, por debajo de las 585.318 toneladas del trabajo anterior y del rango previsto por los privados, de entre 300.000 y 600.000 toneladas.

Con los lógicos reparos en función del clima de guerra vigente en la zona del Mar Negro, tal lo expuesto anteriormente, pero por la celeridad que mostraron las ventas en el primer mes del ciclo 2023/2024, la consultora SovEcon elevó su proyección sobre las exportaciones de trigo ruso de 47,20 a un nuevo récord, de 48,10 millones de toneladas, por encima de los 47,50 millones estimados por el USDA en julio.

Finalmente, el mercado del maíz abrió la semana con leves pérdidas. El contrato de setiembre cerró a US$/ton 190. Fuente: Granar Research