El año 2024 comenzó con un llamado de atención desde el sector productivo respecto al valor de la moneda estadounidense en el país y consecuentemente sobre el resultado económico de las empresas agropecuarias. El tema formó parte del discurso del lanzamiento de la cosecha arrocera 2024, de los discursos de la Expoactiva, de la Expo Melilla, y del Congreso Anual de la Federación Rural, entre otros encuentros donde el sector estuvo mano a mano con las autoridades.

En el cierre de las carpetas de las empresas, aunque aún resta procesar los datos, los profesionales a cargo de los análisis marcan que el valor de la moneda estadounidense será un punto negativo a la hora de pasar raya y saber cuál será el resultado final del año trabajado.

El Ing. Agr. Martín Aguirrezabala, gerente de FUCREA, dijo que al analizar “la situación relativa de costos de Uruguay, respecto a los países con los que comercia”, se puede observar, por ejemplo, que “en el año 2000, por decir algo, con el mismo dinero comprabas una lapicera BIC en Alemania y una lapicera BIC en Uruguay”; 24 años después “con la misma plata que compras una lapicera BIC en Alemania, precisas el doble para comprarla en Uruguay”.

En el diálogo con el programa La Hora del Campo, en radio Tabaré de Salto, Aguirrezabala precisó que “entre 2000 y 2024, Uruguay se encareció 93% con respecto al conjunto de países con los que comercia, o sea que estamos el doble de caros”. El exministro de Ganadería dijo que “hasta el año 2010 estuvimos bastante más baratos, pero en ese momento empezamos a encarecernos y no paramos hasta hoy”.

Aguirrezabala dijo que el problema va más allá de un dólar barato. “Nos seguimos encareciendo no solo frente al dólar, frente a todas las monedas, frente al conjunto de países con los cuales comerciamos”, por lo que indicó que “si los precios no son lo suficientemente buenos, si cada vez estamos más caros, cada vez achicamos más los márgenes de la de las empresas uruguayas”.

Explicó que, en años anteriores, “los precios han acompañado ese encarecimiento” y además Uruguay mejoró levemente su productividad, por lo que, desde su punto de vista, las empresas han tenido un “comportamiento razonable”. Sin embargo, en la actualidad “los precios ya no están tan buenos, los márgenes son chiquitos y si seguimos encareciéndonos va a llegar un momento en que vamos a tener una situación parecida a la que tuvimos en algunos momentos de crisis”.

Aguirrezabala indicó que desde su perspectiva “tenemos que empezar un período fuerte de reducción de los costos del país, y para reducir el costo del país hay que atacar el gasto público”.

El profesional indicó que decir “hay atraso cambiario, es como decir tengo fiebre” y dijo que “la enfermedad es el déficit fiscal. Y como el déficit fiscal se cubre con impuestos —que son bastante importantes en Uruguay—, la enfermedad se llama gasto público”.