La economía de China creció a una tasa de 6,2% en el segundo trimestre del año, la menor tasa en casi 30 años, con una contracción significativa de las exportaciones pero con un mercado interno pujante que es un pilar que sostiene la expansión de la economía del país asiático.

El dato estuvo en línea con las expectativas del mercado, por lo que no tuvo un impacto significativo ni a nivel de los indicadores bursátiles ni en la moneda china. En el primer trimestre del año el PBI había crecido 6,4% y en 2018 la tasa fue de 6,6%.

El factor adicional bajista que se sumó en el último año es la guerra comercial con Estados Unidos, que impacta sobre las exportaciones. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó el dato para vanagloriarse de la situación: “Las tarifas de EEUU están teniendo un impacto decisivo en la intención de compañías que quieren irse de China a países libres de aranceles”, expresó, y agregó que mientras tanto, su país “recibe miles de millones de dólares en tarifas que serán muchos más”.

El sostén de la economía china es el mercado interno. Las ventas minoristas crecieron a una tasa de 9,8% en junio, por encima del 8,6% del mes anterior. Por lo tanto, para quienes venden a China, la evolución que está teniendo esta economía sigue jugando a favor.