La economía uruguaya creció 4,9% en el promedio de 2022, pero se contrajo 1,3% en el trimestre octubre-diciembre versus el trimestre anterior depurando los efectos estacionales y -0,1% en términos interanuales.

 Según el informe de Cuentas Nacionales del Banco Central (BCU), ya “comienzan a observarse los efectos preliminares de la sequía sobre la zafra (agrícola) 2022/23”.

Los analistas privados habían proyectado en la mediana de las repuestas de la Encuesta de Expectativas del BCU una expansión del PIB de 5,47% para 2022.

En volumen físico, la producción agropecuaria se contrajo 2,9% en 2022 versus el 2021. Esto provocó un efecto negativo sobre la economía uruguaya de -0,2 puntos porcentuales, según el BCU.

En el cuarto trimestre del año pasado (octubre-diciembre), la actividad agropecuaria se desplomó un 21,5% en la comparación interanual y tuvo una incidencia negativa de 1,9 puntos. “Al interior de la actividad se observaron caídas de los valores agregados agrícolas, pecuaria y silvícola. La principal incidencia negativa correspondió a la agricultura, explicado por los menores rendimientos esperados en la soja de la zafra 2022/23 respecto a la zafra 2021/22”, indicó el BCU en su comunicado.

En el caso de la actividad pecuaria, “el desempeño negativo estuvo asociado a una menor extracción de vacunos, tanto para faena como para exportaciones. La silvicultura, por su parte, presentó una disminución vinculada a la reducción de la demanda de rolos para procesamiento industrial”.

Por otro lado, el BCU informó que revisó al alza las cifras de crecimiento económico de Uruguay para 2021 de 4,4% a 5,3% producto de adecuaciones metodológicas.