El economista Ignacio Munyo, CEO del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), participó en Sarandí Grande de la inauguración de un centro logístico y en diálogo con el colega Álvaro Aguiar de Radio Durazno, analizó la situación actual del país. En ese análisis, indicó que el 2023 cerrará con un “PIB que prácticamente no ha crecido”, y que si bien se espera un rebote para el año próximo, “tampoco es para tirar manteca al techo”. 

Munyo indicó que para “mirar la economía de Uruguay y las perspectivas para el próximo año”, primeramente, se debe analizar en profundidad lo qué ocurre a nivel internacional y en este sentido señaló que “el mundo se ha enlentecido, las tasas de interés han subido, por lo tanto el costo del financiamiento se ha encarecido para todos los sectores productivos y los precios internacionales de lo que Uruguay exporta al mundo se han estancado”. 

En este escenario, señaló que “el viento a favor que tuvimos a la salida de la pandemia” en la actualidad ya no está. En la región, Brasil “se está moviendo positivamente, la economía crece más de lo que se esperaba”, sin embargo, “por el lado de Argentina, tenemos lo que todos sabemos, un gran caos, una gran incertidumbre, donde va a haber una situación de ajuste, se va a tener que acomodar la casa porque la situación es insostenible”.

Dentro de esta afectación, que genera la situación a nivel global en primer lugar y luego regional, Munyo dijo que para Uruguay el 2023, “es un año prácticamente sin crecimiento. Cuando cerremos el 2023 vamos a ver que el PIB prácticamente no ha crecido”. Respecto a 2024, dijo que “sí se espera algo de rebote por una cosecha de soja volviendo a niveles normales, pero tampoco se espera un crecimiento generalizado de todo el sector productivo”, por lo que remarcó que “sí va a ser un año mejor que este, sin duda, pero tampoco para tirar manteca al techo”.

 

Economía encarecida

Sobre la situación económica del país, y dentro del contexto antes mencionado, “la economía se ha encarecido mucho, lo que es el atraso cambiario y los costos internos que siguen altos, ha hecho que el sector productivo se haya tenido que apretar el cinturón y los márgenes son otros”. De acuerdo al economista, esta reducción de los márgenes de las empresas ha llevado a que “se posterguen inversiones, se deje de contratar lo que se contrataba, tal vez, en una situación de margen mayor”. 

Munyo aclaró que es importante tener claro que “una parte importante del partido se juega afuera. Independientemente del año electoral, porque a veces estamos demasiado pendientes de lo que pasa acá, cuando hay factores externos que, para la economía uruguaya, por lo menos en el corto plazo, es absolutamente determinante”.

 

Agenda de reformas

Consultado sobre su visión sobre el achicamiento de los costos que se anunció en su momento como una promesa electoral y posteriormente como una agenda del gobierno, Munyo dijo que “hay una agenda en proceso, que obviamente está a mitad de camino”. Si bien indicó que la misma empezó “más tarde de lo que se hubiera deseado”, remarcó que “vemos un rumbo correcto, el Uruguay está avanzando en todos los frentes, aunque no a la velocidad que uno desearía”.

Los avances, explicó, se basan en una serie de “reformas pro-competencia” que buscan generar una mayor productividad en la economía, “reformas pro-inversión” que se encausan en una mayor apertura comercial y reducción de regulaciones que generan sobrecostos.

Hacia adelante, “Uruguay lo que no se puede dar es el lujo de frenar esta agenda. Se tiene que seguirla más allá de un año electoral, no se puede frenar” dijo. Al mismo tiempo, señaló como una expresión de deseo que el próximo gobierno, “ojalá pueda seguir con una senda de darle al país las condiciones para ser competitivo a nivel internacional”.