La incertidumbre global ayer, con los talibanes tomando el gobierno en Afganistán y con datos de la economía de China que fueron peores de los que el mercado esperaba, llevaron a que se diera la reacción de siempre de los mercados: volver a los activos considerados más seguros. En términos de monedas, eso significa una valorización del dólar estadounidense.
Eso es en general lo que pasó, tanto a nivel regional como global. En Brasil el dólar subió al nivel más alto desde fines de mayo, acercándose a los R$ 5,30. Las demás principales monedas, caso del euro y del yen, también se debilitaron contra el dólar.
Sin embargo, el peso uruguayo se valorizó 0,2% en la jornada a $/US$ 43,203, un mínimo en términos nominales desde principios de marzo. Cayó por séptimo día consecutivo, reaccionando de esta manera a la decisión del Banco Central del Uruguay de subir la tasa de interés la semana pasada.
La expectativa para lo que queda del año no es auspiciosa para el dólar en el mercado interno. Respecto a un año atrás la valorización ha sido de solo 1,1%, en tanto que la inflación anual es de 7,3%. Por lo tanto, el dólar está perdiendo valor en la plaza local, en perjuicio del sector exportador.