La Reserva Federal (Fed) subió este miércoles sus tasas de interés en 25 puntos básicos, llevándolas a su nivel más alto en 22 años, y dejó la puerta abierta a más incrementos, a medida que los funcionarios buscan afinar sus esfuerzos para aplacar la inflación.

La decisión fue unánime y dejó la tasa de fondos federales en un rango de entre 5,25% y 5,5%, la cifra más alta desde 2001. Es la decimoprimera subida desde marzo de 2022, cuando las tasas se encontraban cerca de cero.

“El comité continuará evaluando información adicional y sus implicaciones para la política monetaria”, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en una declaración, que fue prácticamente igual a su mensaje de junio.

Con este aumento, el banco central estadounidense continúa llevando a cabo un agresivo programa de suba de tasas con el objetivo de bajar la inflación.

Esta alcanzó un máximo de 9,1% a medidos de 2022 y actualmente se ubica en el 3%, siendo el nivel más bajo desde 2020. Aun así, los miembros de la Fed han insistido en que la inflación actualmente se mantiene lejos de los objetivos planteados por el Banco Central, el cual se ubica en el 2%.

En línea con ello, el nivel de desempleo también se ubica en niveles muy bajos, lo cual implica una amenaza inflacionaria a los ojos de los miembros de la Fed, por lo que consideran que sería necesario mayores aumentos de tasas de interés hacia adelante.

De esta manera, en las últimas proyecciones de la Reserva Federal, los miembros del Comité de Política Monetaria (FOMC) plantearon la necesidad de elevar el costo del dinero dos veces más, es decir, una en julio (la recientemente aplicada), y otra más antes de fin de año.

Por lo tanto, las proyecciones de los miembros de la Fed es que la tasa terminal (el nivel de tasas dentro del cual finaliza el ciclo de contracción monetaria), debería ubicarse en 5,5% y 5,75%, es decir, 25 puntos básicos por encima del nivel actual de la tasa. Esta expectativa va en contra de lo que espera el mercado ya que los inversores esperan que este haya sido el último aumento de la tasa de interés dentro del actual ciclo de contracción monetaria. Fuente: El Cronista y Bloomberg