El presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), habló con Tardáguila Agromercados acerca de los cambios discutidos en materia de presupuesto en el marco de la Rendición de Cuentas, que por un lado coloca topes salariales de $ 263 mil nominales, y por otro, plantea destinar fondos orginalmente utilizados en el INIA, para la Universidad de la República.

¿Cómo se ve desde el INIA el tope salarial estipulado por el Estado?
Eso ha sido todo un desafío porque por un lado existe una norma legal vigente que fija topes salariales, pero esa norma tiene excepciones, e INIA se amparó en esto y solicitó excepciones de manera muy fundadas pero no hemos recibido respuestas.

¿Qué sucede con esa falta de respuestas?

Eso genera que de aquí en adelante tengamos un dilema de cómo actuar. Tenemos que resolver eso porque una no respuesta del Poder Ejecutivo implica negar esta solicitud pero a su vez en el Poder Ejecutivo hay una iniciativa en la Rendición de Cuentas para solucionar este tema y eso nos deja un poquito en un ambiente de incertidumbre en el que tendremos que tomar decisiones que aún no se han tomado.

 

¿Preocupa que algunos investigadores decidan irse del instituto por esto?
Es una posibilidad. INIA generalmente chequea cómo está el mercado, una tarea que no es fácil. Para empresas privadas es muy sencillo porque hay tareas similares en otros lados. En el caso de la investigación agropecuaria es difícil compararse con el mercado local. Si suponemos que en instituciones como INIA donde hay evaluaciones por desempeño y donde los avances en las carreras de cada individuo está hecho lo más objetivamente posible, podemos asociar que estos salarios altos estén en aquellas personas más destacadas dentro de la institución. Sí, es posible que INIA pierda alguna de sus figuras más destacadas.


¿Por qué es importante el accionar del INIA?
Hay un trabajo de la Facultad de Ciencias de la doctora Inés Terra que muestra que cuando hay demandas extras para distintos sectores de la sociedad hay que ver cómo repercute en toda la sociedad. Ese trabajo muestra que cuando al sector agropecuario le va bien hay resultados en toda la sociedad y en particular en aquellos sectores de menores ingresos. No es un tema sectorial, el éxito y no éxito del sector agropecuario nos afecta a todos y para este éxito es necesaria la investigación, es decir, que se destinen recursos a generar conocimientos para que después con esos conocimientos se puedan realizar innovaciones y generar más recursos, en mayor cantidad y calidad. Uruguay está bien posicionado en investigación agropecuaria. En la mayoría de los países del mundo los investigadores todavía están en empresas privadas, aquí todavía están en organismos públicos o públicos estatales como es nuestro caso, y debemos defenderlos.

 

La opinión de dos legisladores

El senador blanco Sebastián Da Silva dijo que no acompañará el acuerdo al que llegaron los diputados de la coalición en el marco de la Rendición de Cuentas, y que si no logra “corregirla en el Senado”, votará negativamente. Entrevistado por Telemundo, de canal 12, el legislador sostuvo que “se confisca plata del campo para alivianarles” la carga tributaria “a dentistas, abogados, escribanos e ingenieros”.

 

Por su parte, el diputado Juan Moreno, del Partido Colorado, anunció que no votará la derogación  del Fondo de Solidaridad ya que no está de acuerdo con que la alternativa presentada para financiar eso sea hacerlo con fondos del INIA. Según comentó, lamenta que “siempre la primera idea que se ocurre sea sacarle al motor del país”.

 

Sobre la decisión de los diputados de la coalición de destinar fondos que originalmente iban para el INIA, para ser utilizados en la Universidad de la República, Bonica dijo en Informativo Carve que “debe ser un juego político”.