El dólar se anotó en Uruguay otra jornada de fuerte aumento en la plaza cambiaria (+0,9% en el promedio mayorista), y se afianza por encima de los $ 44, un máximo nominal en casi tres años. La última operación de la jornada en la Bolsa Electrónica de Valores se pactó a $ 44,44. El tipo de cambio acumuló así una suba de 3% en diciembre y de 14% respecto a la última operación del año pasado, superando cualquier pronóstico privado de meses anteriores. Para el próximo 23 de diciembre está previsto una nueva reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central donde se definirá que pasará con la tasa de interés, hoy en 8,5%.

En tanto, al igual que lo ocurrido en la jornada del martes, en Brasil el dólar cayó fuerte (-1,3%) frente y cerró a 5,96 unidades, luego de haber tocado máximos a principios de la semana. Ayer el Banco Central aceleró el ritmo de suba de la tasa Selic en 1 punto porcentual a 12,25%, en medio de temores por una posible aceleración del ritmo inflacionario.

Por otro lado, el yuan chino sufrió su mayor caída en una semana tras un informe de que Beijing está considerando permitir que la moneda se debilite el próximo año en respuesta a la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos.

El yuan offshore cayó hasta un 0,5% a 7,29 por dólar después de que Reuters informara que las autoridades están considerando dejar que la moneda se deprecie, posiblemente a alrededor de 7,5 unidades por dólar. Más tarde recortó las caídas (7,26). La medida provocó caídas en sus pares regionales: el dólar neozelandés cayó a su nivel más débil en más de dos años, mientras que el dólar australiano alcanzó niveles vistos por última vez en noviembre del año pasado, informó Bloomberg Line.

La presión sobre el yuan se ha intensificado desde la reelección de Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles a China y otros países. Algunos inversores han especulado con que Pekín abandonará su actual política de mantener una moneda estable para compensar cualquier impacto que esto pueda tener en su economía. “Hay una lógica convincente en estos comentarios”, dijo Jane Foley, directora de estrategia cambiaria de Rabobank en Londres. “La economía de China ya está débil, la inflación es baja y tendrá que prepararse para los aranceles de Trump”.