Con el mercado interno debilitado por la pérdida de ingresos de la población y por el desempleo récord y con costos de producción históricamente altos, la industria cárnica brasileña ha obtenido en las exportaciones el alivio necesario para mantener los márgenes operativos en 2021. La fuerte demanda china de carne vacuna y porcina contribuyó a registrar volúmenes de exportación récord en los últimos meses, lo que llevó a un aumento acumulado del 5,3% en los envíos brasileños hasta junio de este año, con 3,75 millones de toneladas.

Los números positivos, sin embargo, enmascaran una crisis sin precedentes en el transporte marítimo internacional de estas cargas, que dependen de contenedores refrigerados y que se encuentran entre las más afectadas por la crisis logística global. “La carne, principalmente, es el producto que más solicitudes recibimos para saber dónde hay un contenedor y es el producto más afectado. Tanto es así que mientras las exportaciones de soja y mineral están subiendo más del 12%, la carne está subiendo prácticamente nada. Porque no hay contenedores. Si los tuviera, subiría mucho más”, informa el presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior (AEB), José Augusto de Castro. Según Castro, el precio promedio por la carga de un contenedor es actualmente de US$ 7.000 a US$ 8.000, frente a los US$ 1.800 de un año atrás, escenario que debe persistir durante todo este año, según las previsiones de AEB.

“Así como decimos que en la exportación de manufacturas el costo de Brasil es un factor limitante, en la exportación de commodities o un producto agroindustrial un factor limitante es no tener un contenedor”, completa el presidente ejecutivo de la entidad, según Globo Rural.