Una ola de apagones sin precedentes está golpeando a gran parte de China a raíz de la creciente escasez de energía. Esto, a su vez, está obligando a las fábricas a reducir su producción, lo que amenaza con ralentizar una economía que viene agobiada por la crisis inmobiliaria y de deuda.
Si bien los problemas energéticos se vienen registrando desde hace semanas, en la última han ido en ascenso. Según lo consignado por Foreign Policy, 20 de las 31 provincias y regiones continentales se vieron obligadas a cortar la electricidad de forma intermitente, provocando cierres de fábricas y apagones en miles de hogares.
Hace unos meses los compradores chinos estaban al margen del mercado spot en el mercado internacional de carbón. La producción interna y en principio la menor demanda ante el giro verde de las políticas chinas redujo la demanda por carbón del mayor consumidor del planeta. Ahora los operadores chinos hacen todos los intentos posibles para intentar importar la mayor cantidad de carbón al precio que sea, informan desde Bloomberg.