El arranque de semana fue sumamente negativo para los principales indicadores de la economía mundial, incluyendo a los precios de buena parte de los commodities. El crecimiento de los casos de Covid-19 en Asia, donde está predominando la variante Delta —de reciente ingreso a Uruguay— generó nerviosismo e incertidumbre, dos muy malos amigos de los mercados.

Por lo tanto, las inversiones se movieron en masa hacia lo seguro, dejando de lado materias primas, acciones y monedas de los países emergentes. El petróleo Brent ayer cayó por debajo de los US$ 70 por barril y cotizó a un mínimo desde fines de mayo. La moneda brasileña, el real, que estaba en recuperación a fines de la semana pasada, perdió 2,6% respecto al cierre del viernes para cotizar a US$/R$ 5,25.

Por su parte, el índice Dow Jones en Wall Street perdió 2,1% y el Bovespa, en Sao Paulo, 1,2%.

La tendencia bajista impactó sobre algunos de los precios agrícolas, fundamentalmente la soja; en Chicago el contrato de agosto (primera posición) perdió 1,8%.