La guerra y la disparada de los precios de los alimentos está llevando a una gran cantidad de países a tomar la decisión de cerrar las exportaciones para intentar asegurarse el suministro interno de alimentos claves.

Tras las sanciones impuestas por Occidente a Rusia, Moscú respondió suspendiendo exportaciones de un par de centenas de productos, incluyendo los agrícolas. A su vez, Indonesia anunció que limitará la exportación de aceite de palma, un país clave en la oferta internacional de este producto, por lo que se registraron subas significativas en sus precios; en lo que va del año acumulan un alza del entorno de 50%, informó Reuters.

Ucrania había anunciado el miércoles la suspensión de las exportaciones de una variada gama de productos agrícolas, entre ellos cebada, azúcar y carnes, hasta fin de año.

Otros países europeos, caso de Serbia, también anunciaron la prohibición de exportaciones de trigo y maíz, entre otros alimentos, en tanto que Bulgaria informó que elevará sus reservas de granos y dijo que evalúa la posibilidad de suspender exportaciones.

El mundo se cierra, se comerciará menos y también las cosechas con seguridad serán menores, porque la escalada en los precios de los fertilizantes seguramente atentará contra los rendimientos de los cultivos.

Se vienen tiempos de escasez de alimentos en el mundo. Cuanto más larga sea la guerra, peor será la situación.