En la economía global hay vientos cruzados que se podrían poner de frente en el corto plazo y llevar a dificultades económicas que no serán fáciles de sobrellevar. En un artículo de la agencia Bloomberg se hace foco en el sector de la construcción en China y el impacto que su debilidad podría tener en la economía global.
La industria inmobiliaria en China podría estar entrando en una recesión de cinco años que llevaría a la quiebra a un tercio de las acerías, dijo un ejecutivo en una reunión de la industria en junio, informó Bloomberg News. Esa es una imagen aún más sombría que la sugerida por la ola actual de huelgas hipotecarias por parte de compradores que se niegan a seguir haciendo pagos anticipados en desarrollos detenidos.
La siderúrgica más grande del mundo, China Baowu Steel Group, advirtió sobre "grandes desafíos" y les dijo a los gerentes que conserven efectivo.
Además, el gobierno insinúa que su objetivo de un crecimiento económico del 5,5% este año es una guía, en lugar de un objetivo difícil. Por lo tanto, crece la expectativa en cuanto a que no se estará llegando a esa tasa.
La producción de acero es a menudo la forma en que los gobiernos provinciales chinos garantizan que el producto interno bruto se mantenga en el buen camino. Es demasiado pronto para descartar la posibilidad de que la nueva ola de estímulo buscada por el presidente Xi Jinping venga a salvar el día, como lo hizo en un episodio contractivo similar en 2015. Sin embargo, si eso no sucede, el mundo entero sentirá el impacto.
La industria de la construcción de China consume alrededor de una cuarta parte del acero del mundo en barras y vigas de refuerzo, techos, barandillas y pasamanos. Las ventanas, fachadas y otros componentes de construcción representan alrededor de una quinta parte de la demanda mundial de aluminio. Los revestimientos de zinc y el acero inoxidable aleado con níquel en los materiales de acondicionamiento consumen entre un 5 % y un 10 % de esos elementos, y una proporción similar se destina al cobre en el cableado y las tuberías.
El colapso del modelo de crecimiento impulsado por la inversión de la Unión Soviética hizo que su producción de acero cayera casi a la mitad a principios de la década de 1990 antes de que la recuperación tardara una década. Es poco probable que algo tan dramático esté en las cartas para China, que puede mirar hacia atrás en un momento de debilidad como el actual como un mero traspié en su historia de crecimiento. Pero si esos pronósticos más sombríos son correctos, el impacto de las huelgas hipotecarias puede extenderse por todas partes.