El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se desplomó 32,9% anual y 9,5% trimestral en el segundo trimestre del año, debido al terrible impacto de la epidemia de coronavirus. Es el mayor retroceso que se ha registrado desde que el gobierno empezó a publicar este dato, después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947. Significa echar por tierra el crecimiento acumulado en más de cinco años.
El periódico La Vanguardia dijo que la pérdida de más de 40 millones de puestos de trabajo y la bajada de persianas de los negocios en aquello primeros momentos de la crisis sanitaria afectaron al núcleo de los hogares. La cantidad de dinero que los consumidores gastaron se precipitó en un retroceso del 35%, según datos de Wall Street.
El consumo representa en torno al 70% de la actividad económica de Estados Unidos. Esta contracción sin precedentes supone el principal factor en el declive del PIB.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció este miércoles el frenazo a la economía estadounidense y prometió que la Fed hará todo lo que esté en sus manos, por el tiempo que sea necesario, para paliar el daño e impulsar el crecimiento. Tras su reunión de dos días, el banco central de EE.UU. acordó mantener los tipos de interés a cero o casi ante la constatación del repunte del contagio. “Todavía estamos excavando en el agujero”, se lamentó.