El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), publicó este viernes a través de la Oficina de Programación y Políticas Agropecauras (OPYPA),  un  estudio sobre el comportamiento del empleo en el sector agropecuario, comparándo con los números nacionales.

Uno de los datos mas relevantes, es que la ocupación en el agro estuvo situada en 140.716 empleos, el número más bajo desde el inicio de estos registros en el año 2006. A nivel nacional, en el año 2019, se ocuparon 1.779.419 personas, por lo que la participación del agro fue de apenas el 7,9% del total. Si se comparan estos números con los del año 2014, que fue el máximo a nivel nacional en el rubro, se aprecia una caída superior al 13%.

Allí se señala, que “Los puestos de trabajo en la economía totalizaron unos 67.000 menos respecto al máximo de ocupación registrado en 2014, según la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del INE”.

Los puestos en la agroindustria registraron en esos años una caída de 4%, y totalizaron el año pasado 80.000 puestos.

El sector ganadero fue el que más mano de obra demandó, con un 82.000 personas ocupadas (58% del total), seguido por la agricultura con 43.900 y la forestación con 11.600.

Particularmente en el arroz, se contrataron entre la zafra 2018/19, unas 2.500 personas de forma directa.

El estudio también menciona algunas puntualizaciones sobre el impacto del COVID-19 en el emplo, en base a organismos internacionales y sostiene que “en el caso de Uruguay, como ya se mencionó, el mercado laboral ya venía registrando cierto deterioro desde el año 2014, el cual se profundizó en 2019 con el estancamiento de la actividad económica y la escasa generación de nuevos empleos. El deterioro del mercado laboral uruguayo se reflejó además en los beneficiarios de subsidios de desempleo, que totalizaron 44.598 y aumentaron casi 19% en promedio en 2019 respecto al año anterior.

En particular, en lo que refiere a las actividades agropecuarias, en 2019 el incremento de los beneficiarios se registró mayoritariamente en la citricultura, donde casi un 21% de los subsidios otorgados en el conjunto de las actividades agropecuarias correspondieron a dicha actividad. Particularmente, esto se encuentra vinculado a difícil situación financiera que atravesó una de las principales empresas citrícolas del país. Luego, le siguieron en orden de participación: cría de ganado (14,2%), servicios de provisión de maquinaria agrícola (12%), cultivo de cereales a excepción del arroz (11,4%) y explotaciones agropecuarias mixtas (6,9%).

Exclusivamente sobre el COVID-19 sostiene que “Uruguay no se mantuvo ajeno a la incidencia de la pandemia a comienzos de 2020, donde la emergencia sanitaria declarada en el país en el mes de marzo tuvo un fuerte impacto en la actividad, ya que determinó una interrupción prácticamente generalizada a nivel de todos los sectores productivos debido a las medidas de distanciamiento social sugeridas por las autoridades. De este modo, los beneficiarios de subsidios por desempleo aumentaron en marzo a 117.944 desde un promedio mensual que se ubicó en torno a 45.600 en el año móvil cerrado a febrero de 2020. Esto implica que, solo en el mes de marzo de 2020, se registraron 82.785 nuevas altas, esto es, algo más de 72.000 altas por encima de las 10.700 que se contabilizaron mensualmente en promedio en el último año. Entre las causales esgrimidas en marzo de 2020 para el registro de altas, un 86% correspondieron a suspensión, en tanto que el 14% restante se dividió en partes similares entre despido y reducción”.