En su Informe de Política Monetaria (IPOM) del cuarto trimestre (octubre-diciembre), el Banco Central del Uruguay (BCU) hizo un detallado análisis de la evolución del tipo de cambio en Uruguay, una variable que ha estado bajo cuestionamiento por parte de diferentes actores del sector agropecuario y otros agentes económicos. Algunos han cargado las baterías contra una política monetaria excesivamente contractiva (suba de la tasa de interés en pesos) para contener las presiones inflacionarias por parte del BCU. En una perspectiva histórica, el dólar tuvo en 2022 su mayor caída (-10,35%) punta a punta desde 2009 (-19,4%).
Sin embargo, según los datos del IPOM, fue el sector privado (empresas y familias uruguayas) quienes más presión a la baja ejercieron en el mercado de cambios realizando ventas millonarias de dólares en el mercado durante buena parte del 2022. El sector privado viene realizando ventas de dólares por encima de los US$ 600 millones desde mayo de 2022, incluso en setiembre llegó a vender unos US$ 900 millones.
“Analizando el mercado de cambios a nivel de agentes, en el trimestre móvil a noviembre se destaca una demanda de divisas de empresas públicas que encontró su oferta en el sector privado. Ambos agentes son los principales jugadores del mercado en los últimos dos años. Mientras tanto, se destaca que los agentes no residentes no han participado en forma directa en el
mercado spot con montos significativos en el período”, dice el informe IPOM. Esto hecha por tierra la posibilidad de que vengan capitales golondrinas del exterior a vender dólares para comprar las Letras de Regulación Monetaria (instrumento de deuda que emite el BCU para sacar pesos del mercado).
De acuerdo el IPOM, dentro del sector privado, el FAP (Fondo de Ahorro Previsional -AFAP-) incrementa su demanda de divisas en un marco de mayor preferencia por instrumentos integrables en ME (moneda extranjera), mientras que los bancos recomponen su posición en ME, mediante resultados obtenidos en dicha moneda por sus negocios. Finalmente, “el agregado familias-empresas son típicamente el principal oferente del mercado”, destaca el IPOM. Pese a que se dio una caída en el último trimestre del año pasado, las exportaciones de bienes de Uruguay totalizaron US$ 13.336 millones (+16,5%) en 2022 y alcanzaron un récord anual.
En un contexto de metas de inflación y tipo de cambio flexible, la autoridad monetaria utiliza principalmente el canal de expectativas de inflación buscando que los precios se fijen en función de las metas anunciadas creando credibilidad, pero también operan los canales financieros de tasa de interés y tipo de cambio. En una economía bimonetaria como la uruguaya, poder analizar la evolución del nivel y las fluctuaciones del tipo de cambio, así como los factores que explican dicho comportamiento, resulta de
suma importancia para la toma de decisiones oportunas de la política monetaria.
“En el largo plazo la cotización del dólar responde a factores estructurales de la economía local, mientras que en el corto plazo su evolución puede deberse a shocks globales, así como a desequilibrios relacionados a la oferta y demanda en la economía doméstica”, explicó el BCU en su último informe.
El viernes, el dólar interbancario en Uruguay bajó 0,85% y cerró en $ 38,62. En lo que va de enero, la moneda estadounidense se debilitó 3,6% frente al peso uruguayo.