El Consejo de Salarios del Grupo 22 – Ganadería, Agricultura y actividades conexas (tambos, arroz), firmó este martes un nuevo convenio colectivo para los asalariados rurales, que regirá entre el 1° de julio de 2025 y el 30 de junio de 2027. El acuerdo fue alcanzado entre las gremiales empresariales, los sindicatos del sector y el Poder Ejecutivo, e incorpora ajustes salariales, correctivos por inflación y nuevas cláusulas sociales.
El convenio establece cuatro ajustes nominales: 1° de julio de 2025, 1° de enero de 2026, 1° de julio de 2026 y 1° de enero de 2027. Para los salarios mínimos por categoría, los incrementos acumulados rondan entre 6% y 7% en el primer año, con diferencias según rubro y nivel salarial. Además, se acordó un correctivo intermedio a los 12 meses y un correctivo final al cierre del convenio, en caso de que la inflación supere los aumentos nominales otorgados.
Por ejemplo, un peón común del sector arroz y tambos tendrá un aumento nominal de 3,3% retroactivo a julio de 2025, otro de 3,6% en enero de 2026, otro de 2,8% en julio de 2026, y uno de 3,5% en enero de 2027.
El pago del retroactivo de julio a diciembre de este año se puede abonar en dos cuotas iguales: una en enero y otra en febrero.
El salario mínimo que regirá desde el 1º de enero para un peón aprendiz en la ganadería, por ejemplo, será de $ 32.130 nominal, o un jornal diario de $ 1.285. Un capaz por su parte, tendrá una remuneración mínima de $ 39.390 nominal mensual o $ 1.575 por jornal.
En diálogo con la prensa, la directora nacional de Trabajo, Marcela Barrios, destacó: “Acabamos de firmar el acuerdo, es un acuerdo tripartito firmado por todas las gremiales empresariales del sector rural y sus respectivos sindicatos”, y subrayó que el convenio abarca a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras rurales del país.
Barrios remarcó especialmente la importancia de haber alcanzado un entendimiento en un sector con antecedentes de dificultad para cerrar acuerdos, señalando que “no solamente llegamos a un acuerdo, sino además se incluyen beneficios, licencia de cuidados, set escolar, otras dimensiones que hacen a la vida del trabajador”.
La jerarca valoró que el acuerdo deja sin efecto el correctivo negativo del convenio anterior, lo que implica una mejora del salario real, y destacó la actualización de los ajustes salariales y de los fictos de alimentación y vivienda, componentes habituales de la remuneración en el sector rural.
El valor ficto para la partida de alimentación y vivienda que regirá desde enero será de $ 6.044 mensual o $ 242 por jornal, para el caso de los rubros arroceros y lechería.
Para los salarios por encima del mínimo, se dispusieron ajustes nominales diferenciados según franjas salariales, así como la eventual aplicación de correctivos intermedios cuando corresponda.
El convenio prevé además dos correctivos por inflación durante su vigencia: uno intermedio, en julio de 2026, condicionado a la evolución de la inflación subyacente, y un correctivo final al cierre del acuerdo, vinculado al IPC general, aplicables únicamente en más y bajo condiciones específicas según el nivel salarial.
Cláusulas sociales
Uno de los puntos destacados del acuerdo es la incorporación de cláusulas sociales. Se establecen dos días anuales de licencia por cuidados, con goce de sueldo, para atender situaciones vinculadas a hijos menores, personas a cargo o familiares directos.
También se acordó una partida extraordinaria para útiles escolares, que se pagará en febrero de 2026 y febrero de 2027, destinada a trabajadores con hijos en edad escolar, con montos de $ 2.000 por hijo, hasta un máximo de $ 6.000 por trabajador, sujeta al cumplimiento de determinadas condiciones. Por ejemplo, los salarios no pueden superar los $ 40.000 nominales.
El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, celebró la firma del convenio y destacó que, además de los salarios, se incorporan “cláusulas de género, cuidados y una partida por útiles escolares”, subrayando la importancia del acuerdo para mejorar las condiciones laborales en el medio rural.
