Desde la aparición de la pandemia del Covid-19 se ha generado una problemática que se ha ido intensificando de forma escalonada en distintas partes del mundo, primero con la crisis en el sector marítimo y posteriormente en las diferentes cadenas productivas e industriales.

Se estima que uno de cada cinco contenidos en el mundo está ahora esperando entrar al puerto, con serios retrasos en el comercio internacional, de acuerdo con un trabajo propuesto por Clal en Italia. El informe remarca la congestión en el tráfico marítimo que ha generado la pandemia y, si bien establece que en 2021 la situación de los atascos parecía estar mejorando, según lo indicaban los datos del puerto de Los Ángeles, el más importante de Norteamérica, que mostró un crecimiento en el tráfico de mercancías de 16% con respecto a 2020. Sin embargo, la situación cambió y en febrero había una cola de 70 portacontenedores a la espera de entrar en el puerto, con 63.000 contenedores vacíos apilados en los muelles y en los almacenes.

La reciente extensión de la cuarentena en Shanghái, una megaciudad de 26 millones de habitantes y sede del mayor puerto del mundo en términos de tráfico de contenedores, está provocando un importante bloqueo en los puertos marítimos del país, con un aumento de un 195% de portacontenedores en espera, fuera de los puertos chinos. Entre el 12 y el 13 de abril pasado, 1.826 barcos hicieron cola en los puertos del mundo, es decir, el 20% de todos los portacontenedores del mundo, 506 fueron barcos bloqueados en puertos chinos, lo que equivale al 27,7% de todos los barcos, fuera de los puertos del mundo.

Esta es la crisis más grave en la cadena de suministro desde la década de 1950, cuando Malcolm McLean fundó esta industria naval. Durante el confinamiento de 2020, cuando el gasto de los consumidores penalizó los servicios —viajes, ocio y entretenimiento— al favorecer el comercio electrónico para las compras, hubo grandes alteraciones en la cadena de suministro, los centros de distribución y el tráfico de contenedores.

Lo que está agravando la crisis no es tanto la capacidad de carga de los barcos, sino el hecho de que gran parte de la capacidad circula más lentamente. En consecuencia, si se elimina entre un 10 y un 15% de esta capacidad debido a la congestión, es evidente que el costo de los precios de los fletes de contenedores ha aumentado de tres a cinco veces desde hace sólo un año.

El problema es que el sistema tarda en recuperar la normalidad, como lo demostraron los seis días del Canal de Suez en marzo de 2021. La situación en los principales puertos del Mar Negro solo puede hundir otro golpe a la fragilidad de este sistema, que es importante para la economía del mundo.