El banco de inversión canadiense Scotiabank GBM revisó a la baja sus estimaciones para el precio de la celulosa en China, en un contexto de "continua debilidad de los precios de la celulosa y el retraso observado en la recuperación de los precios".
En concreto, la firma redujo sus previsiones para la fibra corta en USD 80/ ton promedio, llegando a los USD 520 en 2020, USD 550 en 2021 y USD 565 en 2022. En tanto, para la fibra larga determinó una disminución de USD 68/ton promedio, alcanzando los USD 609/ton en 2020 y USD 625/ton en 2021 y 2022.
Los precios de la celulosa en China deberían recuperarse en breve, siempre y cuando no descienda la demanda, ya que los inventarios de los productores finalmente bajan y vuelven a los niveles normales, mientras las cifras del commodity para el resto del mundo deberían seguir con unos pocos meses de retraso.
Pese a ello y después de una contracción masiva de sus picos de 2018, si bien los precios parecen haberse estabilizado por fin, la intermediaria aseguró hasta la fecha no ver "signos de la recuperación tan esperada de los precios, incluso cuando los bajos precios actuales del mercado están por debajo del costo de algunos productores, lo que sugiere márgenes de efectivo negativos en plantas de producción de alto costo".
Por otra parte, la reciente escalada de una guerra comercial entre Estados Unidos y China tampoco proporcionó mucho apoyo en los precios, a juicio de la entidad, siendo seguida por una nueva fuente de incertidumbre en la demanda, como el impacto potencial del brote de coronavirus en el crecimiento económico mundial.
En cuanto a la brecha entre ambas fibras, la intermediaria estima que el diferencial actual de USD 98/ton todavía está por encima de su promedio a largo plazo de USD 60/t. "Con los precios de BEK en mínimos de varios años nuevamente, creemos que es probable que el diferencial disminuya gradualmente, a medida que la recuperación del precio de la fibra corta supere a la de fibra larga", añadió.
