Como es conocido para el lector, hace más de dos semanas se libró una invasión rusa en territorio ucraniano, algo que ha tenido al mundo en vilo y generado rechazo por parte de la comunidad internacional.
La más repudiable consecuencia de la guerra es el efecto que tiene a nivel social, con miles de fallecidos y desplazados, familias que abandonan su lugar de origen y más. Pero, los daños que genera una guerra no son solamente sociales, sino que también tiene consecuencias severas en el plano económico.
Lo anterior se puede constatar con la super inflación de los commodities, el crudo y otros productos de comercio internacional. La madera no ha quedado ajena a esta situación y desde algunas empresas y asociaciones europeas advierten una inminente escasez de materia prima. Tanto Rusia como Ucrania son proveedores de madera al resto de Europa. En parte por las sanciones, pero también por el territorio invadido, el flujo de este producto se ha vuelto sumamente complicado.
Esta coyuntura, de continuarse, va a desembocar en una faltante de materia prima, además de que la logística es otro de los puntos que se prevé se vea afectado.