El mercado de la celulosa está atravesando momentos de gran incertidumbre a nivel mundial; las principales industrias productoras del commodity registran sobrestocks al igual que los principales puertos europeos y asiáticos.
En América del Sur, Arauco, CMPC, Eldorado, Klabin y Suzano han reportado acumulación de inventarios en el segundo trimestre de 2019. A pesar de los esfuerzos realizados para disminuir el número de embarques destinados a China y de esta forma controlar los inventarios, el precio de la celulosa continua en una senda bajista.
En agosto, los inventarios en los puertos chinos disminuyeron 58kt a 2.469kt, un valor 210% mayor al promedio histórico para esta época del año, 800kt. Por otra parte, los inventarios en los puertos de Europa aumentaron 14kt a 1.886 kt en julio, 72% por encima del promedio histórico.
Durante la semana del 8 al 13 de setiembre la celulosa NBSK y la BHKP registraron una caída abrupta, la cual fue calificada como “la mayor en al menos dos décadas” por el banco de inversiones JPMorgan. Esta misma entidad vaticinó mayores bajas en las semanas siguientes, principalmente motivadas por el desfasaje entre los precios registrados en Europa y aquellos de China.
A pesar del descenso en los precios de la celulosa, las compras no aumentaron de acuerdo lo esperado, parcialmente explicado por la baja demanda estacional y porque los compradores no tienen apuro, previendo un mayor descenso en los precios.
La mayoría de los analistas a nivel mundial coincide en que este escenario bajista y de incertidumbre se mantendrá hasta la primera mitad de 2020 debido a que para normalizar la gran sobreoferta de celulosa se necesitará más tiempo del previsto. Algunas alternativas para acortar el ciclo bajista serían una menor actividad en el mercado de pulpa (mayor compra de celulosa y menor producción por parte de las industrias) o una mayor demanda de papel (la cual no se vislumbra en el corto plazo).