Carlos

Entrevista a Carlos Hartwich, gerente de Metalúrgica Julio Hartwich, empresa de implementos forestales y agrícolas.

-A fines del año pasado se presentó en Paraguay la empresa AGROFOR, dedicada a la comercialización de maquinaria forestal. ¿Qué importancia tiene el mercado forestal paraguayo para J.Hartwich?

Paraguay está en una etapa incipiente en la producción forestal, con 120.000 ha plantadas aproximadamente y un ritmo de cosecha menor a las 10.000 ha/año. Muy por debajo a lo que estamos acostumbrados en Uruguay.

Es en este marco es que, Paracel, empresa forestal paraguaya, planea la instalación de una fábrica de celulosa. Teniendo en cuenta que se prevé una alta demanda en maquinaria silvícola y de cosecha forestal, se formó la empresa AGROFOR, impulsada por un socio uruguayo y uno paraguayo.

Debido a la alta adaptación de la maquinaria que fabrica J.Hartwich al medio productivo paraguayo, se espera entablar una relación comercial con esta empresa y con el sector productivo de dicho país.

En el marco de la presentación estuvieron presentes referentes del sector académico, productores, empresarios y profesionales. Se generó un clima de intercambio y se dejó en claro las expectativas de rápido crecimiento del sector foresto industrial paraguayo.

Ya enviamos algunos productos que fueron utilizados con éxito y estamos proyectando el envío de más equipamiento para este año.

-Luego de un conjunto de años marcados por la dificultad, ¿cómo se evalúa el año 2019?

El año 2019 fue de quiebre, en el cual la empresa logró una amplia colocación de sus diferentes productos, con un aumento de 20% en la facturación respecto a 2018. Entendemos que lo peor ya pasó y que de aquí en adelante la situación va a ser mejor que los últimos años.

Estamos trabajando en el desarrollo de nuevos equipos, disminuyendo los costos operativos de los ya existentes y mejorando las prestaciones de los mismos. Actualmente estamos trabajando en una nueva línea de cisternas para combustibles y riego, construidas en acero inoxidable. Fue un gran desafío, conllevó capacitaciones para el personal y mucha inversión en maquinaria nueva para elaboración del producto.

Actualmente tenemos modelos chicos de 850 y 1.400 litros y se proyecta la incorporación de equipos más grandes de 2.000, 2.600, 3.000, 4.000, 5.000 y 6.000 litros. Se intenta cubrir la demanda del mercado y poder contrarrestar el estancamiento de las ventas.

¿Qué perspectivas y novedades hay para el año que comienza?

Es un año que a priori se presenta de forma muy auspiciosa, donde las proyecciones y señales del sector son positivas. Desde J.Hartwich esperamos seguir desarrollando las nuevas líneas de productos.

Actualmente estamos desarrollando un equipo 3 en 1 (despejado, subsolado y preparación del suelo) con una tolva fertilizante incorporada, para utilizar en Brasil, donde los residuos de cosecha son menores y permite la elaboración de equipos más compactos y livianos. Al ser tan versátil prevemos que podrá ser un equipo que se aplique en otros países también, incluso Uruguay en algunas situaciones.

Por otra parte, estamos embarcados en un proyecto que para la elaboración de una plantadora que mantenga la eficiencia de plantación de las máquinas actuales pero que reduzca la necesidad de mano de obra.