Este año ha sido un desastre financiero para Enviva, el mayor productor mundial de pellets de madera para la industria de la energía de biomasa. Con más de US$ 250 millones en pérdidas hasta la fecha y un empeoramiento de los resultados esperados en el cuarto trimestre, la viabilidad de las operaciones de la empresa, según su propia admisión, está en serias dudas.

También está en duda dónde obtendrán los clientes asiáticos y de la Unión Europea de Enviva los pellets que queman en sus centrales eléctricas de carbón convertidas y, sin esos pellets, cómo las naciones satisfarán sus necesidades energéticas y los recortes de emisiones de carbono prometidos en el Acuerdo de París.

Para muchos analistas financieros que siguen de cerca el desempeño de las empresas, el casi colapso de Enviva este mes parece haber ocurrido rápida y repentinamente. ¿Pero lo hizo?

“Los problemas existen desde hace años. Hay muchos problemas, pero surgen de los desafíos fundamentales que enfrenta Enviva en cuanto a los costos de la madera y el mantenimiento de sus plantas de fabricación operando a plena capacidad”, dijo a Mongabay un exgerente de mantenimiento de Enviva.

Esto represente un gran impacto para el mercado de la biomasa y de confirmarse la caída de este gigante, se pueden generar cambios importantes en las tendencias comerciales. Fuente: mongabay.com