Cada día se observan mayores evidencias que demuestran que el cambio climático está relacionado con el aumento de temperaturas, de fenómenos meteorológicos extremos, el aumento del nivel de los mares y otros problemas medioambientales.

Aunque en Australia y otros países donde se alcanzan altas temperaturas siempre ha habido incendios, las largas olas de calor y la grave sequía han aumentado la virulencia de estos fuegos, haciéndolos incontrolables.

Sin embargo, no hay que alejarse tanto para ver los efectos que el cambio climático está causando en el planeta. Tan solo los incendios que ocurren en Portugal, España, Grecia, Italia, Francia y Turquía suponen el 80 % de la superficie quemada anual del continente europeo.

Aunque el 96 % de los incendios son provocados de forma intencionada por la mano humana, la gravedad de estos se ve aumentada debido a las altas temperaturas que se alcanzan en muchas zonas durante el verano y la escasez de lluvias.