El 2022 fue un año con muchos altibajos para la principal conífera cultivada en Uruguay, tanto que no logró estabilizar el flujo comercial durante el año, en muchos casos por factores externos, registrando pérdidas comparativas muy grandes en relación al 2021.

A pesar de haber registrado nuevas exportaciones durante diciembre, luego de 2 meses de no movilizar nada, el rubro pino estuvo afectado por un escenario de incertidumbre, especialmente por una ausencia de firmeza de China, costos de transporte altísimos y desventajas competitivas.

Durante 2022 se exportaron 1,57 millones de metros cúbicos, 37% menos que en 2021 cuando se exportaron 2,5 millones. Las exportaciones del año finalizado recientemente generaron un volumen de facturación que ascendió a US$ 127 millones. En 2021 la facturación por este mismo concepto fue de US$ 204 millones.

En lo que refiere a los destinos de la madera; India fue el principal destino justificando el 69% del volumen exportado, mientras que China fue destino del restante 31%. En términos comparativos anuales, China redujo sus importaciones de pino uruguayas un 70% mientras que India las aumentó 29%.

A pesar de que los precios promedio por metro cúbico tuvieron mejoras en ambos destinos, el volumen cayó tanto que no fue suficiente para obtener buenos resultados.