Con motivo de la 6ta edición del Podcast “Bienplantados”, Panorama Forestal mantuvo una conversación con Gustavo Donato, gerente de Medio Ambiente de Montes del Plata

En la planta de celulosa de Montes del Plata se adoptan las Mejores Prácticas Aplicables para minimizar el impacto ambiental de la actividad industrial y productiva. “Cumplimos la normativa nacional y las exigencias de los mayores estándares internacionales”, señaló Donato.

“Nuestra tarea esencial es garantizar el Cumplimiento Ambiental de la planta y sus actividades, tanto en la normativa nacional que se nos aplica, como en los estándares Internacionales a los que Montes del Plata ha adherido”. “Monitoreamos una gran cantidad de información, justamente en orden de asegurar ese cumplimiento. También reunirnos regularmente a nuestros equipos para seguir los temas y —además— estamos atentos a nuestras comunidades cercanas, como Conchillas, Pueblo Gil, Puerto Conchillas y otras”, agregó. “Se trata de escuchar los planteos y responder, en nuestro rol de buen vecino. Es la ‘licencia social’ que toda actividad de este tipo tiene que tener”.

El gerente de Medio Ambiente de la empresa mencionó que la forma en que se produce celulosa hoy es muy diferente a la de 40 o 50 años atrás, en especial en su impacto ambiental. “Nuestra planta cuenta con un diseño que se basa en las Mejores Prácticas Aplicables (BAT, por su sigla en inglés). Se trata del ‘estado del arte’, la mejor manera de producir al momento. Así, se aplicó la tecnología que minimiza el impacto sobre el ambiente y no solamente en el diseño sino también en la fase operativa de la planta. Es lo que nos compete: garantizar —a través de la operación— que los impactos al medio ambiente sean los menores posibles”, explicó Donato.

“Específicamente, para reducir al mínimo dicho impacto ambiental, el proceso conlleva la recuperación de químicos. No se trata de un ciclo totalmente cerrado, pues cierto volumen de químicos se incorpora, pero es casi cerrado pues la mayoría de ellos se van recuperando a lo largo del proceso. Así, tan importante como la propia línea de producción de celulosa es la línea de recuperación de químicos, que va en paralelo retomando insumos”.

Por su parte y en relación a la generación de energía, Donato dijo que “una consecuencia natural del proceso de producción de pulpa es la generación de energía, 60% de la cual se utiliza en el propio proceso productivo, en tanto el excedente se vierte a la red de distribución de electricidad. Se trata de energía limpia que proviene de la madera de los eucaliptus, y que —a partir de la combustión— produce vapor para luego generar electricidad”. De esta forma, Montes del Plata brinda energía eléctrica limpia, firme y permanente, para un consumo equivalente al de 200 mil hogares.

“Al residuo orgánico que queda luego de separar la celulosa, se suman los residuos forestales no pulpables, que no pasan por el proceso productivo de la celulosa. Todo eso es valorizado energéticamente en nuestra caldera de biomasa y permite generar energía limpia”, profundizó. Esto ha permitido a Montes del Plata aplicar al Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas. “De tal manera que hemos obtenido certificados de carbono, que comprueban esa generación limpia de energía”, agrega. El carbono a partir del cual se produce energía lo toman los árboles de la atmósfera, a través de la fotosíntesis.

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