De acuerdo a lo que consigno ABC, la guerra comercial entre China y Estados Unidos está impactando las exportaciones de chips australianos.
A raíz de los impuestos aplicados por el gobierno de Trump a los productos de origen chino, la rentabilidad de las industrias papeleras en el país asiático comenzó a descender, dificultando la realización de negocios.
China, país que ocupa el primer lugar como destino de las exportaciones de chips australianas, luego de haber desplazado a su vecino, Japón, se encuentra en una encrucijada en lo que a foresto-industria respecta.
Una disminución en las exportaciones del gigante asiático, como consecuencia de la guerra comercial, genera una menor demanda de papel (packaging principalmente). Esto, se traslada en la cadena y como consecuencia genera una menor demanda de chips, entre otras cosas.
A esto se suma la alta disponibilidad de pulpa de celulosa “barata”, enviada desde Sudamérica, principalmente, lo cual dificulta aún más la situación.
Algunos cargamentos de chips fueron cancelados y esto puso en alerta tanto a exportadores como productores de Australia, por la razón antes mencionada, menor producción y disponibilidad de materia prima a menor precio.
Algunos contratistas aprovecharon esta disminución obligada en la actividad para realizar mantenimiento de la flota, pero igualmente reconocen el impacto que esta situación tiene sobre la cadena productiva y se preocupan por la posible reducción de mano de obra.
