Las proyecciones de RISI señalan un aumento de la demanda de celulosa de un 2% durante este año, tendencia que debería ayudar a reducir los inventarios y permitir que los precios se recuperen gradualmente hasta 2021, en que se produciría una desaceleración de 1,3% impulsada por una eventual recesión económica.
A más largo plazo, RISI pronosticó que la demanda total de celulosa se expandirá a una tasa compuesta anual de cinco años de 1.8% de 67.8 millones de toneladas en 2018 a 74.1 millones de toneladas en 2023.
Positivamente, agregó, los participantes del mercado no esperan adiciones de capacidad hasta el proyecto MAPA de Arauco (+1.3 Mtpa de capacidad incremental de celulosa de fibra corta) que impactará el mercado en 2021. "Esto debería permitir que las condiciones del mercado (nivel de inventario, recuperación de la demanda) mejoren para cuando MAPA comience a aumentar su producción".
De acuerdo a RISI la región de LatAm se ve bien posicionada para expandir la capacidad de celulosa debido a sus costos de producción altamente competitivos en Brasil, Chile, Argentina y Uruguay. La región debería continuar ganando participación de mercado, a medida que la capacidad se expande a un ritmo superior al de otras regiones.