De acuerdo a un informe publicado por el Ministerio de Industrias Primarias del país maorí se espera una disminución de 17,9% para las exportaciones forestales que finalizan en junio de 2020, llegando a US$ 5,7 mil millones. Esta caída está explicada principalmente por la baja de la demanda china de troncos, la cual está situada US$ 500 millones por debajo de lo pronosticado en diciembre de 2019.

Por su parte, las expectativas de que el mercado de exportación de rollizos mejoraría después del año nuevo chino han dado paso a las severas interrupciones comerciales debido al COVID-19. Los inventarios de registros en los puertos chinos están cerca o en el máximo. Con los bajos niveles recientes de ventas diarias de madera rolliza, la inteligencia actual sitúa los stocks a más de 4 meses. Sin embargo, esto solo será parte del problema en el futuro. La actividad de construcción también generalmente se ralentiza cuando China ingresa en los meses más calurosos, por lo que puede tomar hasta setiembre para que la demanda comience a alcanzar niveles normales.

La competencia de precios también sigue siendo un factor importante en el mercado, ya que hay un constante suministro de rollizos provenientes de Europa, afectados por insectos, a muy bajo precio.

Existe una incertidumbre constante sobre Los efectos de COVID-19 en la producción de madera. A corto plazo, menor demanda de registros de China ha afectado los precios que nacionales Los procesadores están pagando a los registros de origen. Sin embargo, si los propietarios forestales dejan de cosechar troncos por completo, esto podría resultar en una reducción de la oferta.