Hace unos cuantos meses que el sector forestal uruguayo se ha visto conmocionado por el ya conocido Proyecto de Ley Forestal, impulsado por Cabildo Abierto y que hoy día cuenta con media sanción para su aprobación.

Desde un principio la gremial que agrupa distintos integrantes del sector forestal manifestó con honda preocupación el desconocimiento que había detrás de este proyecto e intentó entablar canales de diálogo para poder dar a conocer datos reales de la forestación a nivel local y el mínimo impacto que esta tiene sobre los distintos rubros agropecuarios.

Uno de los temas que más preocupación ha causado es el supuesto avance de la forestación en departamentos como Colonia y San José. Recientemente, la SPF publicó, en base a cifras divulgadas por la Dirección General Forestal y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, las cifras reales que el sector tiene en ambos departamentos.

“A la fecha Colonia posee 11.286 ha. forestadas, lo que representa un 1,8% de la superficie del departamento. Por su parte, San José posee 6.751 ha. forestadas, esto es el 1,3% de la superficie”.

La cartografía forestal del MGAP muestra que entre 2018 y 2020 el área forestada en Colonia alcanzó las 464 hectáreas (154 ha. anuales promedio) y en el caso de San José se sumaron 479 hectáreas (159 ha. anuales promedios)” dice el comunicado, que continúa aclarando la situación respecto a los suelos agrícolas: “Es necesario que se entienda que los suelos agrícolas no son buenos para la forestación. Los suelos aptos para la agricultura son más densos, con mayor contenido de arcilla, elementos estos que conspiran contra el buen desarrollo de la forestación. El desarrollo de la forestación se apoya en el modelo de integración productiva. Así, los productores ganaderos han incorporado la forestación en sus establecimientos como un rubro complementario, con acuerdos asociativos, por los que en promedio afectan menos de 18% de sus predios a la producción forestal”.

Se espera que en los próximos meses haya una revisión del proyecto de ley, ya que, tal cual como está hoy, de ser aprobado, sería un retroceso para el sector y emitirá una señal negativa para la atracción de inversores externos, así como para los productores nacionales.