En noviembre de 2020 China decidió tomar medidas paraarancelarias con el objetivo de atacar el mercado maderero proveniente de Australia, luego de que Camberra dijo que se debería investigar el origen del coronavirus SARS-Cov-2, causante del Covid-19. Las medidas que tomó el gigante asiático llevaron a una suspensión prácticamente total de la importación de madera australiana.
De acuerdo con la información publicada con anterioridad por Panorama Forestal, China representaba casi 93% de las exportaciones de rollizos australianos, por lo que el mercado sintió un golpe significativo —no estructural, ya que la exportación de rollizos no es el principal foco comercial de Australia— pero sí considerable.
Desde que se impusieron las medidas paraarancelarias el gobierno australiano ha intentado buscar distintos canales para suavizar el impacto, pero todos han sido acercamientos con total fracaso, no pudiendo lograr las metas.
Es por esto que Australia ahora apunta a nuevos mercados. La realidad indica que son muy escazas las opciones que puedan subsanar el vacío comercial generado por Pekín, pero, Australia se encuentra en la necesidad de encontrar rápidamente acuerdos comerciales que le permitan encausar el flujo de madera.
Una de las apuestas es India, quien ha captado parte de la madera que no se pudo exportar a China en estos meses. Las dudas son si India tiene la capacidad de absorber un mercado de más de US$ 1.600 millones.