Álvaro Díaz Nadal, criador de Aberdeen Angus y encargado del departamento Ganadero de la Unión Rural de Flores (URF), analizó el mercado del ganado gordo y dijo a Tardáguila Agromercados que la baja de los precios tiene que ver con el cierre de varias plantas frigoríficas, que detuvieron sus actividades por la falta de ganado. Seis industrias (Frigorífico PUL, Tacuarembó, Colonia, Las Moras, BPU y San Jacinto) cerraron al mismo tiempo y eso influyó en el precio, porque bajó la demanda y las exigencias, y con ellas los valores. “No critico el cierre, ni lo cuestiono, no es un tema de precios, es un tema de oferta de producto”, comentó.

Los precios dependen de las exigencias del mercado, aseguró, y explicó que se han hecho negocios por novillos a US$ 5,05, pero cuando se piden ejemplares de más de 250 kilos de carcasa se puede llegar a los US$ 5,20. Las vacas muy buenas se han comercializado a US$ 4,90 y las vacas gordas a US$ 4,80, indicó.

Si bien han tenido una baja, estos precios son muy buenos para esta época del año, agregó.

Operadores del mercado consultados informaron que algunas plantas, las más cortas, tienen entradas de una semana, mientras otras oscilan entre los 10 y los 14 días.

Poca oferta

Díaz Nadal explicó que la falta de ganado en el mercado se debe a varios factores, y uno de los más importantes es la falta de alimento, que se ha visto condicionada por la evolución del invierno. En otoño hubo una seca, en junio los días más fríos de los últimos 41 años y los primeros 15 días de julio “han sido duros”, sostuvo, y el clima ha afectado fuertemente a las pasturas.

Si el invierno no fuera muy duro en lo que queda de julio, a mediados de agosto las pasturas deberían tener un crecimiento suficiente como para que los ganados tuvieran una buena oferta de alimento, pero en ese momento en muchos casos deberán revertir una situación de peso. “Creo que hasta entrada la primavera no va a haber oferta buena de ganado gordo. Es más, creo que hasta setiembre u octubre del año que viene no va a haber buena oferta de ganado”, expresó. Esto se debe a que se ha faenado “muchísimo” el año pasado y en la primera mitad del corriente, y la oferta será menor porque hay que engordarla. La disponibilidad de ganado dependerá mucho de la demanda de la industria, añadió.

Sobre la demanda internacional, el criador dijo que “hay que ver qué pasa en los próximos meses”, ya que “muchas cosas pueden incidir, pero creo que los precios van a ser buenos hasta fin de 2023. No hay nada que diga que los precios no van a ser muy buenos”.

Cuando arranquen

Para Díaz Nadal, una vez que los frigoríficos comiencen a volver a la actividad —muchos a partir del martes 19 de julio— “los precios deberían afirmarse”. Aunque, según dijo, no cree que se vuelva a los picos anteriores.

Algo que se debe tener en cuenta, además de los valores, es que este año hubo un fuerte aumento en los precios de los insumos. Por ejemplo, la urea pasó de US$ 400 a US$ 1.300 por toneladas y eso para un productor ganadero puede definir la decisión de hacer un verdeo o no. “Hacer comida pasó a ser muy caro, y eso está asociado a la oferta de ganado gordo”, sostuvo.

“Yo soy muy optimista con el negocio de la carne hasta por lo menos 2023”, concluyó.